El encuentro ya es un hecho en San Luis. Miles de mujeres copamos las calles de esta ciudad para participar de los talleres y de este evento único en el mundo.

Hace 37 años nacieron los Encuentros Nacionales de Mujeres, un espacio
único en el mundo que desde 1986 reunía a mujeres de todo el país a debatir sus
problemáticas en los talleres. Fue recorriendo distintas provincias y creciendo cada
vez más. Primero fueron mil mujeres que se reunieron en Buenos Aires, hasta llegar
a las 200 mil que se vieron marchar en las calles de La Plata en 2019.
Fue en este lugar donde empezaron a debatirse temas fundamentales de la
opresión de las mujeres: la doble jornada laboral, la desigualdad salarial, el maltrato
en la pareja, las múltiples formas de violencia que sufrimos, las restricciones en el
acceso a los derechos sexuales y reproductivos, etc. A partir de los encuentros
logramos importantes conquistas como la tenencia compartida de les hijes, la ley de
cupo en las listas electorales primero y la paridad después, y la Ley de Interrupción
Voluntaria del Embarazo.
En 2015 hubo un hecho visagra, fue el primer Ni Una Menos, donde miles salimos a
las calles a manifestaron contra la violencia femicida. Ese año, el Encuentro dio un
salto enorme pasando de ser 35 mil en Salta el año anterior, a ser 60 mil en Mar del
Plata. Los medios ya no pudieron negar que existía este evento y empezaron a
deslegitimarlo. También mujeres trans, travestis y otros sectores de la diversidad
fueron tomando este espacio como herramienta y participando de los encuentros.
En los talleres del Encuentro todas somos iguales, no hay jerarquías, ninguna voz o
palabra vale más que otra. Y eso vamos a pelear que siga a siendo de la misma
manera en los dos encuentros que se realizarán en San Luis: el 8, 9 y 10 de octubre
el Encuentro Plurinacional de Mujeres, lesbianas, travestis y trans; y el 19, 20 y 21
de noviembre el Encuentro Nacional de Mujeres.

¿Por qué necesitamos la unidad del Encuentro?
Porque los enemigos que tenemos enfrente son muy poderosos y se preparan para
volver al gobierno como sea. El macrismo y sus socios siempre despreciaron la
agenda de demandas de las mujeres y las diversidades. Se preparan para volver
con las elecciones o antes anunciando sus planes que implican menos derechos,
más hambre, más represión y sufrimiento para nuestro pueblo. Es imperiosa la
unidad de todos los sectores populares para enfrentar esta avanzada reaccionaria y
no volver atrás. El gobierno de Macri significó el abandono de la educación y la
salud pública, mientras unos pocos se llenaban los bolsillos a costa de nuestro
sufrimiento. En unidad enfrentamos en las calles esas políticas que tuvieron
consecuencias concretas en nuestras vidas y significaron un retroceso en términos
de derechos.

Volver a encontrarnos después de dos años de pandemia
Somos parte de un pueblo que lucha en toda América Latina contra los planes de
ajuste y entrega de los gobiernos reaccionarios. Somos parte del pueblo que en
2019 derrotó al Marismo en las calles y en las urnas. Y somos parte de este pueblo
que le reclama al actual gobierno respuestas a las necesidades populares.
Las mujeres jugamos un papel importantísimo en la primera línea de batalla contra
el covid-19, desde el primer día de la cuarentena: estuvimos en los comedores y
merenderos, como promotoras de salud y prevención de las violencias que se
agravaron terriblemente en el aislamiento, en los hospitales como parte del personal
de salud y las educadoras en nuestras casas intentando sostener las clases
virtuales. En el camino perdimos familia, amigas y compañeras y compañeros que
dejaron la vida en esa tarea.
En esos tiempos difíciles el movimiento de mujeres y feminista cosechó conquistas
como la creación del Ministerio de Mujeres y Diversidades, la legalización del aborto
en plena pandemia con todas nosotras en las calles, la ley de cupo laboral travesti
trans, el Registro de promotoras territoriales en prevención de las violencias, entre
otras. Pero sabemos que con eso no alcanza. Atravesamos tiempos muy difíciles y
de enorme sufrimiento para nuestro pueblo. La inflación nos castiga duro mientras
que los salarios de la mayoría de los y las trabajadores y trabajadoras precarizados
o en negro, las jubilaciones, las pensiones y los planes sociales no alcanzan a cubrir
la canasta básica. Ante esta situación la unidad de las luchas de todos los sectores
populares para resolver nuestras emergencias y de este enorme movimiento, que
tuvo como columna vertebral 34 años de Encuentros, sigue
siendo imperiosa para derrotar a esa derecha en todos los planos.
(*Esta nota toma aportes del documento de apertura del 7mo Encuentro Regional de
Mujeres y Diversidades de Quilmes, Berazategui y Varela realizado este año en la
Universidad Nacional Arturo Jauretche).
(recuadro)

Los pilares
Autoconvocados. Cada año, en el lugar elegido como sede, se auto
convocan todas las que lo deseen para conformar la Comisión Organizadora,
desde donde participan a título individual.
Autónomos y autofinanciados. La decisión de las mujeres de crear un
espacio independiente, va de la mano con NO aceptar ninguna contribución
económica que implique condicionamientos.
Pluralistas. Garantizan la abierta conformación de las comisiones
organizadoras en cada lugar y la amplia participación sin restricciones de las
mujeres, a título individual.
Plurinacionales. Siempre en los encuentros participamos mujeres de
distintos orígenes étnico raciales, tanto migrantes como de los pueblos
originarios y quienes se reconocen parte de la nación Argentina.
Democráticos y horizontales. Todas pueden hacer oír su voz. No existen
estructuras jerárquicas ni “personalidades”: Ninguna tiene la palabra por
encima de las otras.
Federales. Cada año se realizan en una provincia distinta, haciendo visible el
movimiento en cada rincón del país.
