
“Iosi, el espía arrepentido” es una serie de espías que muestra el
accionar de los servicios de inteligencia argentinos, basada en una historia real
documentada en el libro de Miriam Lewin y Horacio Lutzky que lleva el mismo
nombre.
La serie se trata sobre la historia de José Pérez (interpretado muy bien por el
actor Gustavo Bassani), un joven oficial de inteligencia de la Policía Federal
que se infiltra durante años en la comunidad judía argentina para desarticular el
“proyecto Andinia”, un supuesto plan de apropiación de la Patagonia para crear
un nuevo Estado como el de Israel.
Para poder infiltrarse se convierte en un judío practicante más, aprende hebreo,
adquiere la cultura y hábitos propios de la colectividad. Inventa una historia
personal y modifica su nombre a «Iosi» Peres. Consigue trabajos en comercios
del barrio porteño de Once y va haciendo relaciones personales que le dan
sustento a su historia impostada de judío.
Una vez que logra ser considerado un par, empieza a relacionarse con
espacios políticos vinculados a la AMIA y a la embajada de Israel. Cada paso
que va dando es sumamente calculado y en todo momento va informando a
sus superiores dentro de la Policía, quienes le dan órdenes sobre con quién
ligarse y con quién no.
En el desarrollo de la historia, la serie muestra las distintas técnicas y tácticas
que toma Iosi y los servicios para los que trabaja, para ir escalando en las
jerarquías de las organizaciones de la comunidad judía argentina en las que se
infiltra.
Se convierte en la pareja de la hija de un relevante hombre de negocios, que
resulta tener vínculos con el gobierno en el tráfico internacional de armas. En
otro, se convierte en uno de los líderes de un grupo político progresista llamado
Ofakim, desde el cual logra llegar a ser miembro de la Organización Sionista
Argentina.
En algunas ocasiones, desde el área de inteligencia de la Policía generan
hechos o situaciones que le allanan el camino para avanzar en su infiltración,
como por ejemplo cuando le arman una causa a un dirigente con quien
disputaba el liderazgo de Ofakim.
El atentado en la embajada de Israel hace que dude sobre el verdadero
objetivo que tiene el Estado argentino con su infiltración y con la información
que gira semanalmente a Laura, su oficial a cargo interpretada por Natalia
Oreiro. En el momento en que empieza a “arrepentirse”, al pensar que su
trabajo contribuyó a la realización del atentado, pasa a ser perseguido por sus
antiguos jefes y se desata una cacería sobre él.
Al mismo tiempo, empieza a estar en el radar del Mossad, el servicio de
inteligencia israelí, que… ¿lo termina reclutando?
Cualquier parecido a la realidad, NO es pura coincidencia
La serie muestra a nivel de masas la cloaca que son los servicios de
inteligencia de este Estado oligárquico-imperialista podrido, su subordinación a
las distintas potencias imperialistas y su vínculo directo con importantes
acontecimientos políticos y sociales, en este caso los terribles atentados en la
embajada de Israel y en la AMIA o el tráfico de armas.
Al mismo tiempo oculta, por lo menos en la primera temporada, para quienes
trabajan verdaderamente estos servicios. No le pone caras ni nombres, más
allá de los policías, a quienes ordenan la infiltración y la recopilación de
información que luego es utilizada políticamente.
El verdadero agente José Pérez, reveló a los autores del libro, que tenía
conocimiento sobre otros 19 espías encubiertos en organizaciones sindicales,
movimientos sociales, organismos de derechos humanos y agencias
periodísticas.
La primer temporada finaliza con un final abierto que nos deja con grandes
expectativas para ver la segunda temporada.
Lo positivo
La trama, la ambientación y la fotografía, nos muestran una gran producción
argentina. La temática y el momento histórico que retrata también es un plus a
favor de la serie ya que no hay muchas películas ni series que registren estos
acontecimientos recientes de nuestra historia.
Lo negativo
Como señalamos en la nota, la serie no profundiza a quienes responden los
servicios de inteligencia.