El 6 de octubre pueblos y naciones originarias marchan al Congreso Nacional para reclamar la prórroga de la Ley 26.160 y presupuesto para su implementación. Desde la Chispa conversamos con Margarita Peñailillo, referente de la organización Pueblos Originarios en Lucha, quien nos cuenta en qué consiste esta Ley y sobre la lucha que llevan a cabo.

Margarita Peñailillo pertenece al pueblo de la Nación Mapuche. Su nombre indígena es Antu Curra que significa “piedra del sol”. Es INAM Lonko (segunda jefa) de la comunidad Pillan Pullu We Eglentina Machado de Santa Rosa La Pampa y también es descendiente del gran toki Huentekura padre del toki Kafulkurá. El día miércoles 6 de octubre los pueblos y naciones originarias marchan al Congreso a reunirse con los señores diputados. Hermanas y hermanos Coyas, Guarani, Ava Guarani, BYA Guarani, Diaguitas, QOM, Mokoi, Pilaga Wichi, Mapuches, Ranculches, Lules, aimaras, quechuas, marchan por la prórroga y el presupuesto suficiente de la ley 26160, que vence en noviembre de este año. Otro de los puntos a plantear es que se trate y se apruebe la Ley de Propiedad Comunitaria Indígena.

Margarita nos cuenta que la ley 26.160 es muy importante para los pueblos y naciones originarias que habitan este suelo “porque declara la emergencia en materia de posesión y propiedad de las tierras que habitamos las comunidades originarias, suspendiendo todo proceso de desalojo y ordena la realización de un relevamiento técnico, jurídico y catastral de las tierras. Esta ley comenzó en el 2006 y hasta ahora solo fueron relevadas unas 600 comunidades de las 1759 con personerías jurídicas sin contar las que están en trámite de su personería y las que aún no han presentado los trámites para iniciarla. Llevamos 15 años luchando para que las provincias adhieran a dicha ley.”

El Estado argentino tiene una deuda histórica con los pueblos originarios en materia de reconocimiento de sus derechos. En la actualidad, hay otras problemáticas que también los afectan, como al conjunto del pueblo argentino: junto a la prórroga de la Ley 26.160, la principal demanda es la falta de comida suficiente y agua potable particularmente para las y los niños, ancianos y ancianas, mujeres embarazadas. “Tenemos desnutrición estructural que, además, se combina con la falta de salud pública de cercanía a la comunidad para garantizar el control vacunación, provisión de medicamentos y prevención de distintas enfermedades, particularmente en el norte de Salta, Chaco, Formosa, Santiago del Estero y donde estamos en los barrios marginales de las grandes ciudades como en Rosario y el gran Buenos Aires. A su vez, todo esto se agravó con la pandemia del Covid 19. Como también los problemas alrededor de la educación, sobre todo por las distancias que hay que recorrer para llegar a las escuelas y la falta de conectividad de las comunidades.”

Nuestras tierras y territorios, hoy se ven amenazados por los grandes terratenientes, los imperialismos con sus mineras, petroleras, forestales, también por la sojización y los negocios inmobiliarios. Han avanzado con el apoyo de un sector de la justicia y los gobernantes, cercando nuestros bosques, lagos y ríos, donde alimentábamos a nuestra comunidad, a nuestros animales y donde sembrábamos. Por lo tanto, esto pone en valor la importancia de la ley 26.160 que ha sido una gran herramienta para parar y contener la ofensiva contra las comunidades. Sin embargo, ya pasaron 15 años de su aprobación y el Estado aún no termina con el relevamiento territorial.”

Más de cinco siglos de lucha y resistencia

También la referente opinó sobre la situación política actual y cómo ve al gobierno del Frente de Todos.  «Al gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner le tocó lo peor: recibir un país muy endeudado por el macrismo con una deuda que es una verdadera estafa, una brutal devaluación del peso argentino y una impresionante inflación de más del 50%. Sobre esto llegó la pandemia en el mundo y agravó mucho más la situación no solo de las naciones y pueblos originarios sino del conjunto del pueblo argentino.»
«Tomó medidas como el IFE, el ATP, la tarjeta alimentaria, entre otras. También hizo cambios en la estructura de la salud pública, particularmente en todos los grandes centros urbanos, pero esto no llegó a las comunidades más alejadas, aunque se lo hemos pedido al señor presidente a través de dos cartas que enviamos en el 2020. Es decir, tomó medidas pero no fueron suficientes. La cuarentena nos cortó las changas en los barrios periféricos de las grandes ciudades, y la continuidad de la inflación se comió la poca ayuda recibida. Por otro lado, el INAI (Instituto Nacional de Asuntos Indígenas) no llegó en profundidad a las necesidades que teníamos por falta de presupuesto, tampoco ayudó en los conflictos territoriales para frenar los desalojos que se produjeron en medio de la pandemia. El gobierno en el primer semestre del 2021 no previó la segunda ola de Covid 19 y no dió continuidad a las ayudas del 2020, lo que agravó aún más nuestra situación en las comunidades.

“Hoy, el gobierno y los pueblos de Argentina estamos en una gran encrucijada, porque si el gobierno cede a las exigencias del FMI, de todos los monopolios extranjeros y los banqueros, haciendo que nuestros pueblos paguen esa enorme estafa a la que el macrismo nos sometió, se reducirán todas las jubilaciones, los planes sociales, habrá menos presupuesto para salud y educación. El otro camino es no ceder, continuar la denuncia a fondo, la investigación y los juicios a quienes nos estafaron con esta deuda suspendiendo todo pago. Así mismo, debe resolver el problema de los más de 4 billones de las Leliq, gran negocio de los banqueros nacionales e internacionales, que impide el crédito a largo plazo y baja tasa de interés para construir viviendas y así reactivar las pequeñas y medianas industrias y la producción del país, que permita generar trabajo. Tener una moneda fuerte que aumente el poder adquisitivo de los salarios, jubilaciones, etc. Una reducción obligada de la renta de la tierra en la producción a través de una nueva ley de arrendamiento. Se deben recuperar, para los intereses del país, el río Paraná y el control de los puertos, el litio, el petróleo, el agua pura y las enormes extensiones de tierras que nos pertenecen y están en manos de algunos gobiernos provinciales, por ejemplo, las 300 mil has en el impenetrable Chaco”.

Esta jornada de lucha reafirma un camino para avanzar: la unidad de los más de 36 pueblos y naciones originarias que habitamos este país, y de éstos con el pueblo argentino, resistiendo y luchando en defensa de nuestras tierras y territorios, rescatando la verdadera historia del protagonismo y la participación como pueblos preexistentes en la lucha liberadora contra el imperio español. Como dice Antu  “Cada territorio que recuperamos afirma nuestra identidad, cultura, espiritualidad, cosmovisión y el rescate de nuestras lenguas madres.”

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