Este lunes 5 de julio, trabajadores y trabajadoras de Garbarino marcharon desde las oficinas de Carlos Rosales, dueño de la empresa, hacia el Ministerio de Trabajo y la Casa de Gobierno en defensa de la fuente de trabajo de 4400 familias.

Desde hace 3 meses la empresa no paga los salarios, tampoco abonó el primer aguinaldo del 2021 y hace un año que dejó de realizar los pagos por obras sociales y aportes jubilatorios.
El jueves 1° de julio, sin previo aviso ni explicación alguna, Garbarino cerró sucursales y planea despidos masivos a pesar de estar prohibido por el decreto nacional hasta el 31 de diciembre de este año.
Los y las laburantes de distintos locales, de forma autoconvocada, decidieron diferentes medidas de fuerza: además de la movilización de hoy, mantienen ocupadas sucursales, permanecen en estado de asamblea y algunas están abiertas al público por parte de las y los trabajadores. 

En Casa de Gobierno fueron recibidos el viernes pasado y tomaron el reclamo. La FAECYS (Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios) ha denunciado esta situación ante el Ministerio de Trabajo que, ante esto, exhortó a la empresa al “estricto cumplimiento del pago de salarios adeudados a los trabajadores, por tratarse de una cuestión alimentaria e impostergable.”

Hasta hace 2 meses lo único que recibían era el REPRO (Subsidio estatal de $22.000) pero esa ayuda se cortó y hoy también pidieron restablecerla, hecho al que se comprometió el Gobierno Nacional. Reclaman, además del pago de los salarios, el abastecimiento de mercadería en las sucursales y la reapertura de las cerradas.

Grandes medios se niegan a publicar este reclamo por tener pautas publicitarias con Garbarino. Los trabajadores y trabajadoras de Garbarino siguen en lucha y necesitan de una amplia solidaridad y difusión para visualizar esta situación.

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