El gobierno nacional continúa en largas negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por la deuda contraída durante el macrismo, por un monto que asciende a 44.900 millones (M) de dólares (USD). Este préstamo fue el resultado del brutal proceso de endeudamiento externo llevado a cabo en todo ese período.

El 1° de marzo en el Congreso Alberto Fernández anunció que iniciará una causa penal a los responsables de la deuda, responsabilizando tanto a los funcionarios macristas como a los del FMI, señalando que lo hicieron con el objetivo de “favorecer al presidente Macri en la búsqueda de su reelección”. La consideró “la mayor administración fraudulenta y malversación de caudales de la historia”. En eso estamos de acuerdo. La pregunta es, si el endeudamiento fue un delito ¿por qué no se suspende el pago hasta que la justicia investigue si corresponde o no pagarla? Nosotros entendemos que sin tocar los intereses de los que se la llevaron en pala, sin profundizar el camino del impuesto a las grandes fortunas, sin avanzar con leyes como la de Tierra, Techo y Trabajo, la crisis se va a seguir descargando en los trabajadores y el pueblo. Si bien la denuncia es un paso importante, sin suspender el pago y tomar medidas concretas para recuperar lo robado, el FMI seguirá imponiendo sus condiciones de política económica, como un mayor ajuste para descargar el peso de la crisis sobre las espaldas de nuestro pueblo. Recordemos que Trump le dijo a Macri en la reunión del G20: “Vos ocupate de ganar elecciones, del resto de tus problemas me ocupo yo” y luego de eso el FMI aprobó el préstamo mas grande de su historia violando incluso sus propias reglas.

Una deuda fraudulenta sobre las espaldas del pueblo
Más allá del recorte y la extensión de plazos lograda por el gobierno con los grande bonistas y aún con el “mejor acuerdo posible” que pueda alcanzarse con el FMI, el cronograma de pagos seguirá constituyendo una pesadísima carga para nuestro país, que seguirá soportando el pueblo y la producción nacional. Ya que este año nuestro país debería pagar 5.000 millones de dólares al FMI (además de unos 2.400 millones de dólares al club de París); y 48.000 millones de dólares en total hasta 2024. A partir de 2025 comienzan también abultados pagos a los acreedores privados, correspondientes a la deuda renegociada el año pasado.
Por otro lado, la denuncia oficial reavivó el debate acerca de la utilización de los millonarios fondos que aportó el FMI. Los funcionarios macristas y sus economistas sostienen que fueron utilizados mayormente para pagar vencimientos de deuda con el sector privado y financiar el déficit fiscal. Las cifras demuestran que esto no es verdad.
Además, constituye una trampa reducir el análisis al período del acuerdo con el FMI (junio 2018-diciembre 2019), por fuera del gigantesco endeudamiento previo con el sector privado.
Así y todo, durante mientras ingresaron los 44.500 millones de dólares del préstamo del FMI, la denominada “fuga de capitales” 1 fue de 40.652 millones dólares (el 91% del total del préstamo). Además, las reservas del Banco Central (BCRA) cayeron casi 10.000 millones de dólares y la deuda en moneda extranjera aumentó 6.800 millones de
dólares. Considerando todo el período macrista, la deuda en moneda extranjera de la Administración Central 2 aumentó 82.400 millones de dólares 3 , mientras que la fuga de capitales fue de 88.400 millones de dólares.
Como también demuestra el desastre económico y social que dejo el macrismo, está claro que el préstamo del FMI no fue en beneficio de los sectores populares y la producción nacional. Por el contrario, como en otros momentos nefastos de nuestra historia, el endeudamiento externo fue para financiar una gigantesca fuga de capitales
concentrada en un reducido número de empresas y personas físicas.
Según el BCRA, entre las empresas que compraron dólares, el 1% de esas empresas compró 41.124 millones de dólares, mientras que el 1% de las personas físicas se llevó 16.206 millones de dólares. Cabe destacar que esto violó el propio estatuto del FMI, que supuestamente no permite el uso de los préstamos para solventar la salida de
divisas, además de otras irregularidades detalladas en la denuncia oficial (incumplimiento de procedimientos administrativos y falta de aprobación del Congreso, nula evaluación de la capacidad de repago de la deuda, entre otras). Peor aún, funcionarios del propio FMI reconocieron públicamente que el millonario “préstamo”,
inédito a nivel mundial por su monto, se realizó a instancias del Tesoro de EE.UU para tratar de favorecer la reelección de Macri.
El FMI y las potencias imperialistas utilizan el endeudamiento por ellos mismos promovido, con la complicidad de las clases dominantes locales, como herramienta de sometimiento y chantaje, para imponer políticas antipopulares y antinacionales en su disputa por nuestro país. No es “haciendo buena letra” o “los deberes” con el FMI y los
grandes usureros internacionales como nuestro país saldrá de la actual crisis económica.
Por eso nosotros seguimos luchando por la suspensión e investigación de la totalidad de la deuda pública, para no pagar la parte ilegítima y fraudulenta, volcando esosrecursos en beneficio de los sectores populares y nacionales.

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