Este viernes vence la concesión privada de la hidrovía Paraguay-Paraná y nuevamente se pone en discusión la soberanía nacional del río, las exportaciones y los puertos. En la pelea entre Estados Unidos, China, Inglaterra y otros europeos por afirmarse en la región, nos metimos los que proponemos la estatización y recuperar lo que se vendió en los 90.

Desde el Paraná hasta el Río de la Plata navegan inmensas riquezas. Una de las reservas de agua dulce más grandes del planeta, que nace desde el interior del continente enlanzando cinco países entre sí con el resto del mundo. Con el nombre de “hidrovía” las potencias imperialistas han convertido a nuestros ríos en un “corredor natural de transporte fluvial” de 3.442 kilómetros de largo, que se extiende a través de los ríos Paraná y Paraguay, y permite la navegación continua entre los puertos de Argentina, Brasil, Bolivia Paraguay y Uruguay. Conecta el puerto Cáceres en Brasil con el de Nueva Palmira en Uruguay, para luego desembocar en el Río de la Plata.

¡Fuera imperialismos!

El Río de la Plata es estratégico debido a que es el punto de salida de una extensa cuenca fluvial, la quinta del mundo, que se interna hasta el corazón de América del Sur, desde cerca de las zonas mineras del Potosí en la actual Bolivia, pasando por el Paraguay, el Mato Grosso y llegando hasta São Paulo, Brasil.El control del Río de la Plata y nuestros ríos interiores facilita al Reino Unido y otras potencias, profundizar su dominio estratégico sobre Sudamérica ¿Las otras potencias? Estados Unidos, China, Rusia, Francia, entre otras. Desde el control militar del Atlántico Sur a partir de la Base Militar Mount Pleasant, que las Fuerzas Armadas Británicas tienen en las Islas Malvinas le permite al Reino Unido proyectar su poder sobre nuestro sistema fluvial.

Al tironeo británico podemos agregar el aeropuerto que instaló el magnate y terrateniente inglés Joseph Lewis en la costa de Río Negro, que según han denunciado distintas organizaciones y referentes políticos “conecta en dos horas con Islas Malvinas”. Una pista de aterrizaje privada que tiene las mismas dimensiones del Aeropuerto Jorge Newbery en Buenos Aires. Igualmente, todos se pelean por tener una porción.

A pocos kilómetros de la pista inglesa, China controla la extracción del hierro de la mina de Sierra Grande y lo saca del país a través de un puerto propio. Es la misma región donde se intentó instalar la cuarta central Nuclear china a través de una inversión de 30 mil millones de dólares provenientes de las arcas de Pekín.

Que flamee la celeste y blanca

La concesión de la hidrovía, es decir para el dragado y balizamiento del río la tiene la empresa belga/inglesa Jan de Nul con la argentina EMEPA. Con el vencimiento se abre la posibilidad de recuperar lo que el gobierno de Menem privatizó en el año 1995. En agosto de 2020 el gobierno nacional junto a las provincias firmó un acuerdo para que el Estado sea el que retome las tareas de dragado de nuestros ríos. Pero todo esto se echó para atrás con el decreto 949 de enero de 2021, donde se convoca a una nueva licitación privada. Un retroceso en materia de soberanía.Toda la producción agrícola, los minerales y otras materias primas que salen de toda la cuenca del Paraná y el Río de la Plata se dirigen obligadamente al puerto de Montevideo, conformándose así como Puerto Director. El que definió que las cargas se despachen allí fue el gobierno de Macri, al derogar una resolución que indicaba que debían ser despachadas sí o sí en puertos de la Argentina.Desde el gobierno de Macri despachan en Uruguay las empresas exportadoras que subfacturan las exportaciones argentinas (porque nadie controla lo que exportan), donde aprovechan para la evasión de impuestos. No sorprende enterarse que el puerto de Montevideo sea controlado centralmente por capitales yanquis y europeos.

En la discusión sobre el dragado y control del canal troncal, salió a flote otra cuestión: Los barcos que salen de la hidrovía no pueden acceder al Océano Atlántico a través del mar argentino, porque no hay un canal con suficiente calado que les brinde acceso a por aguas argentinas.En febrero el gobierno nacional aprobó la construcción del Canal Magdalena, destinada a dragar el río de la Plata para establecer una salida hacia el mar argentino sin pasar por Uruguay. Son 53 kilómetros de continuación del canal central del Río de la Plata. Una medida importante que permite tener soberanía y autonomía en nuestra salida al Océano.

Como históricamente viene haciendo nuestro pueblo argentino que quiere ser protagonista de su destino: plantó bandera, comenzó a reclamar la derogación del decreto 949. Proponiendo la recuperación y estatización del dragado de la hidrovía, la realización del Canal Magdalena y la estatización de los puertos. Desde los Cuerpos de Delegados de trabajadores, sindicatos, organizaciones políticas y sociales venimos planteando que se demostró que se puede centralizar la economía desde el Estado, como fue desde la década del 40. Hoy decimos también que es necesario para terminar con la pobreza, la desocupación, el hambre, tener una industria nacional, el control del comercio exterior, el dragado y la producción de barcos para una marina mercante. En definitiva, decimos que es posible y necesario que la bandera argentina flamee en lo más alto.

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