Este 9 de abril se cumplen 49 años de la fundación de la Juventud Comunista Revolucionaria, la juventud del PCR. 49 años luchando por la revolución en Argentina. Camino a los 50, hacemos un recorrido de nuestra
historia, que no es otra que la historia de lucha del pueblo por su liberación.

Año 1972. En un mundo convulsionado, millones eran protagonistas de inmensas luchas y rebeliones que por su contenido y su forma echaban luz en el camino que debíamos y deberemos recorrer los trabajadores y el pueblo para liberarnos: el de la revolución con el pueblo como protagonista. Un camino que no fue ni será pacífico. Un camino cuyo surco algunos pretenden borrar.  Estudiantes y obreros franceses habían conmovido al mundo en mayo del 68’ tomando las calles con barricadas, tomas de facultades y colegios en París con carteles del Che Guevara y Mao Tse Tung. Indignaban las fotos de las bombas de napalm que los aviones yanquis tiraban sobre Vietnam, y conmovía la heroica resistencia armada del pueblo vietnamita. Aún estaba fresca la bronca por el asesinato del Che Guevara en Bolivia cinco años antes. Por ese entonces, muchos y muchas se preguntaban cómo la Unión Soviética, (donde había triunfado la revolución y el socialismo había resuelto el hambre, la tierra, la vivienda y la educación) había cambiado de color e invadía Checoslovaquia, demostrando su carácter socialimperialista que ya había denunciado Mao Tsé Tung. Tomando enseñanzas de estas experiencias, Mao apeló al pueblo chino para evitar que el capitalismo fuese restaurado también en China con la gran Revolución Cultural Proletaria en la China socialista, protagonizando la movilización de masas más grande de la historia de la humanidad. Mientras tanto en nuestro país, grandes puebladas como el Correntinazo, el Rosariazo, y Cordobazo, bocetaron un camino para la lucha revolucionaria.

Una herramienta para la juventud

El 6 de enero de 1968 reivindicando el Marxismo-Leninismo, Otto Vargas encabezó junto a otros compañerxs del Partido, en su mayoría de la Juventud, la ruptura con la dirección del todavía llamado Partido “Comunista”, que ya en esa época había traicionado la teoría revolucionaria de Marx y Lenin, y la había reemplazado por el revisionismo y el oportunismo político, negando la lucha armada como vía para la revolución. Y además, había traicionado al Che Guevara en Bolivia.  El 9 de abril de 1972 el Partido Comunista Revolucionario decide fundar la Juventud Comunista Revolucionaria con el objetivo de que las masas juveniles tomen en sus manos la lucha por la revolución en la Argentina. Desde nuestra fundación, tenemos el orgullo de decir al igual que nuestro querido Partido, que estuvimos a la cabeza de las grandes luchas que protagonizó el pueblo argentino. Nuestro PCR y su juventud alertaron y jugaron un papel activo para enfrentar el golpe de Estado que se avecinaba desde fines de 1974, luego de la muerte de Perón. Pasado el golpe fascista del 24 de marzo de 1976, nos quedamos en el país para organizar la resistencia a la dictadura desde el inicio. Tuvimos presos, torturados, perseguidos, deportados y detenidos desaparecidos. Apoyamos la justa guerra de Malvinas contra el invasor inglés. Tenemos una historia gloriosa de la que estamos orgullos/as. Ejemplos como el de Manuel Guerra, Miguel Magnarelli, Luis Márquez y Norma Nassif, (quienes tuvieron una conducta ejemplar callando ante las torturas del enemigo, resistiendo años de cárcel para  mantener a salvo la organización) nos alientan a encabezar las luchas que amplias masas juveniles vienen protagonizando por cambiar de fondo la realidad de nuestro país.

Camino a los 50

En 2021 se cumplen 49 años de la fundación de nuestra querida JCR. Hoy no hay países socialistas en el mundo, como en aquel entonces de la fundación de la Juventud. Los países que habían sido un faro para los pueblos como el nuestro, y que irradiaban con su ejemplo de humanidad y solidaridad, pasaron a transformarse en potencias imperialistas, como lo son hoy China y Rusia. Con la caída del muro de Berlín en 1989, se lanzó una gran campaña anticomunista mundial, donde se planteaba el fracaso del comunismo y su doctrina. Ocultaron que las grandes revoluciones triunfantes del siglo XX resolvieron el pan, el trabajo, la tierra para vivir y trabajar y el dominio de la ciencia para un tercio de la humanidad. Los comunistas revolucionarios decimos que fuimos derrotados y se restauró el capitalismo. Pero no fue un fracaso. Es un mérito de nuestro Partido haber mantenido en alto las banderas del marxismo-leninismo- maoísmo, y la vigencia de la lucha por la revolución.

Por eso hoy, a los que nos invitan a conformarnos con lo posible, nosotros les contestamos que no. La Juventud Comunista Revolucionaria no pelea por lo posible, no se resigna y pelea por hacer posible lo necesario. Hoy, cuando la pandemia aumenta las desigualdades de esta sociedad, el hambre crece, ocurre un femicidio todos los días, aumenta la necesidad de tierra para vivir y producir; crece la desocupación y la superexplotación en las fábricas, sabemos que no hay posible que alcance.

¿No hay faros?

El pueblo en las calles, con las inmensas movilizaciones de los Cayetanos (CCC-Evita-Barrios de Pie), las marchas en defensa de la educación pública, con el combate de los trabajadores del Astillero Río Santiago y de Mondelez (Kraft), la marea del movimiento de las mujeres, las tomas por la tierra para vivir y producir; generaron las condiciones para derrotar a Macri en las elecciones con el Frente de Todos. El pueblo chileno en las calles que conquistó el cambio de su Constitución; las luchas protagonizadas por jóvenes en Ecuador, Paraguay, Colombia, Bolivia y Perú; las movilizaciones de millones en Estados Unidos que permitieron la derrota de Trump, sumadas a la organización en cada olla popular, la democracia directa de los Comités de Crisis, de los Cuerpos de Delegados,  las Brigadas Sanitarias estudiantiles en cada barrio, son nuestro faro. Porque para quienes luchamos por la revolución, las rebeliones crecientes en un mundo convulsionado como este, son nuestro faro. En nuestro 49 aniversario, reafirmamos nuestro compromiso de mantener el legado de Otto Vargas y redoblar el paso para avanzar en el camino de la revolución necesaria para resolver los urgentes problemas que vive la clase obrera y el pueblo. Una revolución que libere a nuestro país de la dependencia del imperialismo, termine con el latifundio a través de la reforma agraria y abra el camino al socialismo. En Argentina, el futuro es nuestro, por prepotencia de trabajo.  ¡Viva el 49 aniversario de la Juventud Comunista Revolucionaria!

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