Desde la Chispa, nos acercamos a la casa de unxs compañerxs de la Juventud, en la Zona Sudoeste de CABA para que nos cuenten su experiencia de organización y lucha contra la pandemia, y construcción de la Jota. Compartimos esta entrevista que sintetiza una experiencia como muchas que se dieron a lo largo del año en las provincias y barrios donde estamos como JCR.

CH: En un principio ¿Cómo iniciaron la construcción de la JCR acá en la zona?

J: Yo creo que más que todo se inició porque el compañero Ángel siempre estuvo hablándonos. Al principio no le dábamos el interés que en verdad se necesitaba. Hablaba y pasaba. Pero me acuerdo que una vez que ustedes vinieron y, capaz con las palabras que dijeron, ese día sí sentí que me llamó más la atención y dije ahora sí me pongo decidida y quiero entrar, quiero participar en la JCR. Y desde ese momento estuvimos hablando y cada uno se comprometió a ser parte y dijo: me comprometo a asumir un cargo. Y ya de ahí, éramos pocos, pero estábamos decididos. Ese día sentí que dijimos sí y nos comprometimos a estar.

A: Cuando nos reunimos por primera vez… con la campaña por la emergencia en violencia contra las mujeres que empezamos a reunir jóvenes, ahí empezamos a ver la trayectoria de la política donde se fueron interesando más los chicos. A la vez, como ser estudiantes, formar parte del MUS, que se fueran formando para luchar por lo que quieren. Se puede decir que a nosotros nos interesó la política y luchar en conjunto como grupo de jóvenes que se fue reuniendo… y a medida que avanzó la pandemia nos fuimos haciendo más parte de este partido, que es la JCR. A medida que nos fuimos metiendo más en la política… fue muy bueno ser parte de eso porque vamos aprendiendo muchas cosas… se van formando nuevos dirigentes, encargados que van llevando adelante los movimientos que nosotros conformamos como JCR… como las mujeres. Se puede decir que nuclea a todos los que se nuclean para luchar por el bien de todos los jóvenes.

CH: ¿Cuándo inició la pandemia, la JCR, siguió funcionando?

J: Al principio no. Le teníamos miedo a la enfermedad, a la pandemia, para protegernos a nosotros mismos, tratamos de hacer las reuniones cada quince días o una vez al mes. Los compañeros se seguían viendo y nos extrañábamos a nosotros mismos porque ya nos acostumbramos… como somos un grupo muy unido… al no vernos… el día que podíamos encontrarnos los compañeros se venían… porque era medio complicado, difícil, todo este momento que se estuvo pasando, ¿viste? Pero siempre… los compañeros siempre estuvieron y siempre están. Se siente el compañerismo.

CH: Sabemos que estuvimos a la cabeza de la pelea para que la gente tome la salud en sus manos.

J: Conformamos tres de la juventud (porque éramos cinco en las postas) y dos grandes. Ahí nos tocaban días y desinfectábamos el barrio, entregábamos alcohol en gel, barbijos. Fue una experiencia. Era para darle seguridad a los compañeros. Con estas pequeñas cosas como entregarles alcohol en gel les demostrábamos… Porque en el barrio no había nadie. 

CH: En este proceso…, el Semanario HOY ¿Qué función cumplió en el armado de la JCR en este tiempo?

J: Lo principal. Es lo primero que hacemos al llegar. Lo leemos, lo debatimos en toda la reunión o el encuentro. Al principio costó un poco más debatir. Y ahora yo siento que el debate se amplió más. Son más cosas. A veces los compañeros tienen dudas. Ahora el debate es más extendido. Antes… cuando uno no entiende, debate poco. Mientras más entendés, más debatís. Y son más y… ya se siente que a uno le gusta esto. Y es lindo, qué se yo, porque uno tiene una opinión y el otro… Antes lo leíamos y había palabras o cosas que no se entendían.. entonces ahí como… Ahora se siente cuando te involucrás en la política. Yo creo que el diario, el Hoy o las Chispas siento que es como el núcleo como así decirlo.

A : Sí… es una herramienta muy grande para la J y todo el partido. También para la CCC que lo leen algunos compañeros. También es una gran herramienta que hace una unificación de distintos pensamientos. Porque cuando se debate, se sabe los pensamientos de cada uno. Conocés en qué situación está el país, qué se podría lograr, lo último de Latinoamérica. En Perú o en Bolivia… que están pasando algunas cosas… va informando qué está pasando.  Es una herramienta muy grande para conformar la JCR. Te nuclea todo eso. Los pensamientos de cada uno.

CH: ¿Y  se han sumado a la JCR en este tiempo? ¿Creció la JCR? ¿Se han dividido tareas?

A: Se sumaron muchos compañeros a la JCR. Se fueron dividieno en los círculos que conforman los distintos movimientos. Empezamos con 5 y ahora somos 23 o 25. Cada uno con su núcleo, con su círculo. De los movimientos estudiantiles, de las mujeres, de Ni un pibe menos. En eso vamos conformando los círculos de la JCR. Se han sumado más que todo en las actividades que hemos hecho durante la pandemia. Reparticiones de alimentos a personas de tercera edad, en las postas  de salud y la copa de leche en agosto y octubre en todos los barrios con los compañeros de la CCC. Esperanza, Los Pinos, Chilavert, VillaVente y Los Piletones. Son como ocho barrios, en su mayoría en Lugano. Ahí se dividieron en dos… Acá en Soldati son como cuatro barrios. Chilavert… Los compañeros son de diferentes barrios. Últimamente creció porque al tener el movimiento de la Corriente lo que es el merendero y ahí en cada merendero tenemos compañeros del MUS que se fue conformando. Desde ahí vamos luchando en cada barrio y vemos la situación de los colegios. Eso es lo que atrajo más a los jóvenes, por eso se ve un gran crecimiento en la zona.

CH: Sabemos que organizaron promotores de salud y promotoras en emergencia en violencia contra las mujeres ¿Cómo fue ese proceso?

An A: Más que todo lo hemos hecho ahora en la pandemia porque hemos visto mucha violencia. Las mujeres que no pueden irse de sus casas, que conviven con su agresor. Por eso decidimos formarnos como promotoras. De ahí anduvimos viendo tipos de violencia, decidimos armar nuestra bandera. Cada quince días nos reunimos. Solamente vamos 3 de cada barrio al local. Estamos viendo de organizar copa de leche viendo cuantas chicas son. A medida de eso iremos viendo. Ya creamos nuestra página en Instagram. Ahí publicamos cuando hacemos cosas. Hicimos una bandera y lo publicamos ahí.

Para el día del Encuentro hicimos una mini marcha. Nos juntamos la juventud con las personas grandes y nos organizamos. Llevamos vengalas, pinturas, con las remeras, los bombos. Empezamos a tocar, la juventud tocó. Fuimos recorriendo toda la Plaza Fátima tocando. Fue sentir como que estuviéramos en el Encuentro pero sabíamos que con la pandemia no se pudo. Pero sentíamos como que estuviéramos en la marcha del Encuentro. Fuimos con toda la alegría.

A partir de esto las mujeres que sufren violencia se acercan en el merendero y comentan, piden ayuda. Ya vieron donde hay ayuda. Pasa que una a veces nos sabe con quien ir o donde refugiarse.

J: Y ahora por lo menos ya saben que estamos nosotras, vienen, nos comentan. Nosotras dentro de lo posible, dentro de lo que podamos, tratamos de ayudarlas o de contenerlas para que sientan que no están solas. Yo no tuve la oportunidad de ir el año pasado. Este año me  moría de ganas de ir , hasta que llegó la pandemia. Pero esto me hizo sentir que estuviese en un encuentro.

A: Comenzó con el Comité de Emergencia que hubo acá en el barrio. En sí se llegó (no se entiende) … se conformó allá en Carrillo. Un encargado nos planteó que haya compañeros que se formen en promotores. Y ahí estaban Judith y Alejandra.

J: Fuimos Al. A. y yo.. porque no podíamos ir todos. Nos delegaron a dos. Y ahí nos hablaron, nos explicaron.  No sabíamos ni tomar la temperatura. Queríamos ir, queríamos ayudar. No sabíamos en qué podíamos ayudar. Nos dieron talleres, nos iban explicando. Al principio como que pensábamos que era una enfermedad…porque me acuerdo que eran los primeros meses, ¿No? Cuando se empezó. Se sabía uno que otro síntoma. Y ahí nos capacitaron y nos dijeron bien todos los síntomas, cómo se tomaba la temperatura, nos mostraron algunos casos. Siempre con cuidado, con prevención. Nosotras vinimos, les explicamos a los compañeros como tenían que participar, como tenían que hacer, los días que nos iban a tocar (porque no eran todos los días). Eran varios grupos. Al principio nos tocó tres días a la semana. Y ahí estuvimos trabajando, siempre estuvieron ahí los compañeros presentes ahí . Tuvimos tiempo…

Al principio subestimamos tanto… En una reunión, no me voy a olvidar nunca, estuvimos acá todos reunidos, y comentamos sobre la pandemia: “ah, ¿viste que viene una enfermedad, que no sé qué? Y nosotros decíamos así como: “ah, una gripe…”. No lo sabía todavía yo, en esa reunión me enteré. Yo digo, ¿de qué estarán hablando? Como que comentábamos así un poco y nos hacíamos  burla: “ah, los chinos. Estos chinos,  ¿Por qué en vez de una sopa de murciélagos no se comieron un guiso?” Y jodíamos. Después a las semanas: barbijo, alcohol, esto y lo otro. Y como que: “Ah no, pero capaz que pase”. Y después meses, cuarentena. Y acá se nos complicaba porque al principio no pensábamos que iba a ser todo así. Pensábamos que iba a ser tipo gripecita.

Quisimos hacer un apoyo escolar. Y ahí se dijo: “no, porque se pueden juntar solo diez personas”. Dijimos bueno, a ver si pasa. Y queríamos volverlo a hacer. Porque habían dado la cuarentena hasta tal fecha. Nosotros termina tal fecha y empezamos… pero, de vuelta: “hasta tal fecha, hasta tal fecha”. Y nosotros: “no, pero nosotros tenemos que ayudar a los chicos, tenemos que darle apoyo con el colegio”. Nosotros incluso habíamos anotado a algunos, estábamos re contentos. Habían venido de primera, de secundaria, de un turno, de otro. Estábamos re emocionados en poder ayudarlos. Y al final no… pero se sigue con las ganas. En el momento que se pueda lo vamos a hacer, porque ya está la idea, ya estamos nosotros. Y en el momento de fin de año es cuando más nos necesitan, porque están todos con miedo de si paso o no paso, si aprobé o no… Siempre estamos preguntando si todos están bien, si necesitan alguna ayuda.

An A: Entregamos canastas a los de tercera edad. Nos donaron canastas  y dijeron: “esto es para la juventud, ellos sabrán que hacer”. Nosotros dijimos “ahí hay personas de tercera edad”. Porque todos los de ahí son de tercera edad. Íbamos casa por casa a darle bolsones.

J: Algunos tenían algunas dificultades… Ahí nosotros viendo… nosotros del barrio conocemos a la gente del barrio. Entonces fuimos, los ayudamos y les entregamos el bolsón. Estaban re contentos. Para ellos, entregarles el bolsón… Esto fue al principio de la pandemia.  Había gente mayor que no podía salir de su casa. Había una señora que me acuerdo que íbamos hasta su casa… pasa que le dolía tanto el pie que no se podía levantar y ella se quería hacer controlar pero no podía. Y una señora que le alquilaba vino y nos comentó. Nosotros agarramos y fuimos. Le tomamos la temperatura, ella literal no podía salir. Al levantarse, un poquito se movía… ahí le dábamos el mensaje que estaba bien, que tenía que estar tranquila, estaba sola. Tenía 89. Llegábamos y le decíamos: “ya llegaron las enfermeras”. (Risas). Le tomábamos la temperatura, le dejábamos barbijos, alcohol en gel. Le decíamos qué días íbamos a venir nosotras, que la íbamos a controlar. Ella re agradecida. Capaz era poco. Pero nos recibió re bien. Son pequeñas cosas que al ver a la señora que se sienta bien, te da la sensación de saber que estás ayudando, con pequeñas cosas.

CH: ¿Cómo fue la organización en lo estudiantil?

A: En la organización estudiantil con los compañeros de curso fuimos hablando de en qué situación va. En este año no hubo casi nada de clases. Tuvimos una semana. Se va viendo en qué situación está el compañero, si tiene internet, si puede estar en las clases. A veces los profesores le dan clases virtuales, por zoom o Google Meet y si no tenés internet, no podés entrar. La mayoría de los que están cursando en el último año, con esta pandemia  no pudieron estudiar tanto, ellos siguieron. Pero a medida que pasa el tiempo, ellos se van formando, van pensando en su economía, se van pensando que van a hacer después del colegio, ya van buscando trabajo. Y en esta pandemia lo que más buscaron fue ver como sobrevivir con su familia. Y así muchos decidieron trabajar para ayudar con algo en la casa. Eso es lo que está pasando en el colegio. Los de quinto año la mayoría está tomando trabajo, no están haciendo bien la tarea. Es  una situación que no se sabe si van a pasar o no. Hay algunos que ni siquiera hicieron pero no es que no quisieron. Pasa que no tienen una explicación de los profesores. “Este temario va a ir con tal cosa”. Te mandan las preguntas con un texto grande que ni siquiera lo podés entender. No es como en el colegio que entendías, cuando era presencial.

Sobre las viandas en Capital por Flores o por Soldati, estuvo bien las viandas. No faltaron. En sí estuvo completo. De esa manera, se vio que estaba bien las viandas. Los chicos recogían las que entregaban. Porque era lo más necesario que tenían que tener. Igual recogían los libritos del Secundario, las hojas que entregaban para hacer la tarea. No es que dejaban de hacer porque sea virtual. En esa siguieron.

F: Los de mi grado… si no entregaban trabajos se llevaban las materias. La mayoría se está llevando la materia. No porque no quisieran hacer, sino porque no tenían comunicación con los profes. No tienen los materiales para hacer los trabajos. No tenían internet, no tenían computadora. Las pidieron, nadie les responde. Se mandaron notas, todo. Justo ayer el profe de francés nos envió “quienes estaban mal”. Y la mayoría estaba todo mal. Casi nadie entregó nada. La mayor parte de mis compañeros no entregó nada. ¿Qué nota se va a hacer con los trabajos? Dijeron: “te vas a llevar la materia”.

A: En el Liceo 5, está el sistema PIA. Un nombre que le colocaron en el Liceo. Todos los trabajos que no entregaron, en este mes de diciembre, piden los trabajos más importantes para que aprendan algo. Buscan ciertos trabajos más requeridos por el profesor, para el que no entregó nada, pueda pasar de año, y eso hay que ir viendo cómo lo va tomando cada alumno.

An. A: Nos dijeron que el plazo de entrega era hasta el primero de diciembre, y después para este lunes. Están los TP de PIA y está el TP integrador también…

CH: ¿Qué le dirían a alguien sobre por qué se tiene que sumar a la JCR?

A: Le deberíamos decir que la JCR lucha por la juventud. Que hoy en día si se interesa un poco más por la política, por los deportes para que no se vayan por otro camino… Que estamos en la campaña #NiUnPibeMenosPorLaDroga, por la cultura, o si le interesa luchar por los estudiantes que puede estar junto a nosotros, que está el MUS y la CEPA. O si es una compañera que puede estar luchando como promotora, ayudando a las personas afectadas, con dificultades con sus parejas. Si le gusta ayudar a alguien, formar parte de un grupo muy lindo. Es una unidad, una familia, una unidad que ves. Cómo habla, cómo se expresa. Eso te sirve porque vas conociendo más las experiencias de cada uno, hablando de los problemas. Lo que sienten. Algunos, o cada uno tienen problemas que siempre a todos les pasa en la vida. Eso no se puede ver solo. Si es algo muy privado, si se puede contar, si no lo puede contar. Si lo puede escribir… sin saber el nombre. Tratar de ayudar entre todos. Es un gran grupo. Vas aprendiendo muchas cosas. Se ve la unidad entre todo. Si vamos a salir, salimos todo. Cuando lo proponemos en el grupo, quieren ir todos. Un gran grupo que hemos sido más que todo familia. Nos unificamos mucho acá, el grupo. Si tenemos que hacer algo, una actividad o algo, venimos todos y lo acabamos más rápido. Eso es lo que me gusta de la JCR.

An A: Si le dijese a alguien para que se sume a la JCR le estaría mostrando las ramas en las que estamos, los movimientos. Qué es lo que hacemos. Que no se pierda en la droga. Mostrándole un camino bueno. Que estemos todos juntos nos hace felices. Cuando hablamos de nosotros jóvenes como familia, lloramos. Yo lloro. Hay tanto cariño entre todos.

Yo cuando ingresé acá era como extraños verlos a todos. Como: “¿Quién es?”. Cada uno contando su historia creo que hay un cariño inexplicable acá. Le hemos mostrado que no solamente es un grupo de jóvenes que solamente se junta y leen y hablan de tal cosa. Sino que también involucramos otras cosas, hablamos entre nosotros. Creo que es eso para invitar a alguien.

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