El 26 de junio es el día de la lucha contra las drogas y el narcotráfico. Hace ya 4 años, desde la Juventud de la CCC lanzamos el movimiento nacional #NiUnPibeMenosPorLaDroga, y durante todo este recorrido luchamos para que el macrismo pusiera en su agenda las necesidades de los pibes y pibas de los barrios.

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Para nosotros la droga es una estación de llegada de una cantidad de sufrimientos y problemas que atraviesa la juventud en nuestro país, la falta de trabajo, la imposibilidad de acceder a deporte, educación, salud y cultura. Peleamos por modificar esta realidad en la lucha por las condiciones dignas de vida, creemos que los jóvenes tienen que ser protagonistas de esto, y buscamos fortalecer los espacios de organización colectivos e individuales.

Ante la ausencia de un futuro digno para los pibes y las pibas del barrio, la salida que nos ofrecen las clases dominantes es la esquina y la droga, para escapar de los problemas que vivimos todos los días. Entendemos que la droga es una herramienta de dominación y control de las clases dominantes sobre los jóvenes para mantenernos callados, para que no se organicen y luchen, para dormir nuestra rebeldía.

Una gran conquista fue la incorporación al programa de CAACS (Casas de Atención y Acompañamiento Comunitario) que nos permitió obtener subsidios nacionales, provinciales y municipales que generaron mejores condiciones para profundizar nuestro trabajo.

2016-06-28 - Foto primer marcha

Primer movilización del Movimiento #NiUnPibeMenosPorLaDroga – CABA 2016

El rol del movimiento #NiUnPibeMenosPorLaDroga durante la pandemia.

Por la pandemia se agudizan todas las desigualdades sociales. En este contexto el movimiento y la JCCC vienen jugando un rol muy importante, cientos de compañeros y compañeras demostraron cómo la solidaridad vence al individualismo, en la pelea en cada lugar que estamos para que no le falte ni un plato de comida a ningún vecino, donde todos tengan los productos de higiene necesarios.

Una parte del mundo se frenó, pero el consumo no, esté tomó otras formas… la necesidad de resguardarse del contacto social para frenar el contagio, dejó a muchas personas que trabajaban de “changas” sin la posibilidad de hacerlas, aumenta el hambre, y esto lleva a un incremento de la violencia y el consumo. En los barrios se pasó a consumir drogas de más fácil acceso, como es el alcohol, pegamento, nafta, entre otras.

El movimiento es una herramienta de lucha y organización para transformar la realidad en la que vivimos, durante este tiempo venimos a la cabeza de la pelea de la prevención de la droga en todos los lugares, peleando el armado de torneos de futbol, talleres, espacios recreativos y culturales. Con el avance del coronavirus los pibes y pibas empujamos el armado en todos los barrios de los comité de crisis para que el pueblo tome en sus manos la lucha por la salud, con la participación de los clubes, iglesias y organizaciones sociales, esto nos permitió generar los espacios colectivos para discutir, organizarnos y expresar las principales preocupaciones que tenemos, que el hambre y la salud de los vecinos y vecinas sea un tema de discusión de todos y de cómo pelear para conseguir lo necesario para el abordaje del consumo y del covid-19. Se logró conseguir mercadería, se trabajó con el programa DETECTAR, también se restablecieron líneas telefónicas para el abordaje de las personas en consumo y la posibilidad de derivación a internaciones.

Estamos en momentos complejos donde estar unidos es fundamental, y donde la crueldad del capitalismo queda en mayor evidencia, en la lucha contra la pandemia, desde el movimiento empujamos que el problema de la salud la tomen en sus manos los pibes y las pibas para ser protagonistas, con la organización y la lucha transformar la realidad, tomando las palabras del Che: hay que pelear por hacer posible lo necesario.

Merendero

 

 

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