Se cumplen 44 años de la última dictadura militar en Argentina. Nos encuentra en un contexto muy atípica. La situación de emergencia sanitaria nos llevó a suspender, por primera vez, la histórica marcha del 24 de marzo. Sin embargo, en esta adversidad que nos toca atravesar, no bajamos las banderas por las que lucharon los compañeros que fueron desaparecidos en la dictadura más oscura. La memoria sigue despierta y en movimiento.

Este 24 de marzo es un nuevo aniversario del Golpe de Estado de 1976, la dictadura más sangrienta que vivió nuestro país y que tuvo como contracara la heroica resistencia del pueblo argentino. Los genocidas barrieron con una generación de luchadores sociales, 30 mil compañeros y compañeras fueron desaparecidos, se apropiaron cientos de bebés, pero así y todo fue la dictadura más corta de las que en aquella época, sucedieron en toda América Latina.

Con la lucha, logramos que se abrieran los juicios a los genocidas y se empezaran a juzgar los crímenes de lesa humanidad. La sostenida pelea por memoria, verdad y justicia, y el trabajo histórico de las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, logró también que 130 niños apropiados -hoy adultos- recuperaran su identidad.

Durante los cuatro años de macrismo, se intentó avanzar en una política de olvido y reconciliación con los genocidas de la dictadura. En 2017 se comieron un piñón cuando salimos masivamente a la calle e impedimos que se aplique el 2×1 a los genocidas. Distintos funcionarios macristas, incluido el ex presidente, se pasearon por los medios difundiendo sus teorías de que “fueron 8 mil, y no 30 mil”. Macri y Bullrich avalaron la desaparición y posterior muerte de Santiago Maldonado a manos de Gendarmería, así como el asesinato por la espalda y a sangre fría de Rafael Nahuel por parte de efectivos de la Prefectura. Enfrentamos la doctrina Chocobar que legalizaba el gatillo fácil y los intentos de imponer un protocolo “antipiquetes” contra las protestas callejeras.  Contra todo eso, luchamos estos años.

Seguimos luchando contra la impunidad de ayer y de hoy

Hoy las condiciones son mejores, la ministra de seguridad derogó la doctrina Chocobar y el nuevo gobierno volvió a poner en valor la lucha de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.

Pero no hay que olvidar que miles de familiares aun no tienen justicia por sus desaparecidos, que falta recuperar la identidad de cientos de nietxs, que hay miles de genocidas que no fueron juzgados y muchos de ellos se están muriendo impunes. Y muchos menos subestimar el golpe de Estado que se cometió el año pasado en el hermano pueblo de Bolivia, contra el gobierno de Evo Morales.

Estos últimos días debido a la cuarentena, algunos gobiernos provinciales como el de Gerardo Morales en Jujuy, pretenden que se avale la represión y la mano dura en los barrios más humildes, contra la juventud y los trabajadores precarios. Debemos denunciar estas situaciones de abuso de poder por parte de las fuerzas de seguridad.

Este 24 de Marzo en todo el país, no vamos a poder  movilizarnos en las calles, pero sí recordar y poner la memoria en movimiento en las redes y con diferentes iniciativas, como proyectorazos, y pañuelos colgados en las ventanas y los balcones de todas las casas.

Por eso tenemos que seguir en las calles, en unidad con todos los sectores, levantando las banderas por las que lucharon las y los compañeros de ayer. Este 24 de Marzo en todo el país será una nueva cita de honor.

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