Muchas de nosotras la conocimos como Carmela. Desde muy joven se sumó a las filas del comunismo y fue fundadora del Partido Comunista Revolucionario. Desde los años setenta fue responsable femenina en el partido, cuando todavía muchos espacios políticos subestimaban la necesidad de la lucha y organización especifica de las mujeres. Hoy nos dejó a sus 91 años. En esta nota, hacemos un humilde homenaje  con un breve recorrido de su vida, su lucha y su rol en el origen y la construcción de los Encuentros Nacionales de Mujeres, su mayor legado.

La voz de todas

Clelia Iscaro  participó en la Multisectorial de Mujeres durante los ochenta, y organizó el primer Día Internacional de la Mujer Trabajadora en las calles después de  la última dictadura militar. En 1983 formó parte de la primera Comisión por el derecho al Aborto. Luego viajó a Nairobi en 1985 a un Encuentro Internacional de Mujeres. A partir de ese viaje, junto a compañeras feministas, socialistas y radicales, entre otras, se empezó a discutir la idea de organizar un Encuentro de Mujeres similar en nuestro país. Fue así como Carmela fue parte de la Comisión Organizadora del primer Encuentro Nacional de Mujeres. Con el retorno de  la democracia, estas mujeres junto con las Madres de Plaza de Mayo, irrumpieron nuevamente en el escenario político y social. Aquella primera comisión organizadora fue sentando las bases y los pilares de un evento que, con el correr de los años se convertiría  en un suceso único en Latinoamérica y en el mundo, y que aportaría esencialmente a la organización y a las luchas del movimiento de mujeres en Argentina, siendo su columna vertebral. Carmela fue protagonista de todo este proceso, aportando siempre en todos los debates desde su sencillez  y con una gran sensibilidad por las injusticias y por la doble opresión que sufrimos las mujeres.

Esta mujer humilde, comunista y revolucionaria, fue la inspiración de muchas generaciones de mujeres y de revolucionarias argentinas para continuar luchando por la liberación nacional y social. Hoy Carmela falleció a los 91 años.  A lo largo de su vida nos dejó una enseñanza fundamental a las más jóvenes para llevar adelante: dar la pelea constante para  que sean protagonistas las mujeres más humildes, las de los barrios, las del campo, las obreras, las desocupadas, las originarias, las que estudian, todas.  Defendiendo siempre la voz de todas en los talleres, el corazón del encuentro y el motor de cambio en la vida de miles y que nos interpelan en lo más profundo.

Carmela, como todas aquellas mujeres que han construido todos estos años los encuentros fue, es y será un ejemplo para luchar hoy más que nunca, por un mundo donde las mujeres podamos caminar libres por las calles y sin miedo.

¡Querida Carmela! ¡Hoy te despedimos pero tu ejemplo de lucha será un faro para todas y todos noosotrxs!

¡Hasta la victoria siempre!

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