El 17 de agosto de 1850 moría en Francia, Don José de San Martín, conocido como el Padre de la Patria, fue un líder clave en la lucha de los pueblos de América por su independencia de la explotación colonial española. Hoy lo recordamos como ejemplo para la lucha por la segunda independencia que le ponga fin a la dependencia de nuestro país de las potencias imperialistas. ¡Seamos libres, lo demás no importa nada!
Luego de combatir durante años para el ejército español en Europa y África, José de San Martin decide regresar a América para unirse a la causa patriótica. Desembarca en Buenos Aires en marzo de 1812 y participa dirigiendo el movimiento contra Rivadavia el 8 de octubre. Esta sublevación popular llama a Cabildo Abierto y es derrocado el Primer Triunvirato, dando lugar al Segundo Triunvirato quien convoca un nuevo Congreso, la Asamblea del año XIII.
Libres e Independientes del Rey de España, su Metrópoli y de oda dominación extranjera
San Martín sabía que la Asamblea sería un paso más por consolidar la independencia, pero los intereses de la oligarquía porteña serían los encargados de frustrarlo. Para 1816, la independencia peligraba porque el rey Fernando VII había vuelto al trono y no pensaba renunciar a sus colonias. La situación internacional no era favorable como en otros momentos de la lucha anticolonial, si embargo, los patriotas se animaron y generaron las condiciones internas para liberarnos de España. San Martín jugó un papel clave, influyendo en el Congreso y acelerando la declaración de la Independencia. Así fue que el 9 de julio se declara “una nación libre e independiente de los reyes de España y su metrópoli” agregándose, en lucha con otras corrientes antiespañolas pero que miraban con lindos ojos a los ingleses, ”y de toda dominación extranjera”
Divididos seremos esclavos; Unidos, estoy seguro de que los batiremos
Llega a Mendoza en septiembre de 1814 donde organiza el Ejército que cruzará los Andes. Desde allí emprenderá una de las grandes gestas heroicas de nuestro pueblo, junto al éxodo jujeño, el Cordobazo y la Guerra de Malvinas. Se daba así un paso fundamental para avanzar en la Independencia.
Luego de su Protectorado en Perú vuelve a Buenos Aires. En Mendoza debe esperar la autorización para pasar a Buenos Aires para ver a su esposa enferma. Negándole a Lopez (gobernador de Santa Fe) la protección en su paso hacia Buenos Aires para así “evitar más derramamiento de sangre” y pese a la amenaza de ser enjuiciado continúa su camino. Al llegar, Remedios ya había muerto, allí se embarca rumo a Europa, donde vivirá hasta su paso a la Inmortalidad.
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La imagen del prócer en los billetes y cuadros oficiales, representa un San Martin “embellecido” por los cánones europeizantes de las clases dominantes argentinas. Lo que ocurrió es que, éstas, marchaban hacia el genocidio de los pueblos originarios, violando su propia constitución que ordenaba «mantener el trato pacífico con los indios”, y para ese objetivo político les vino bien ocultar las imágenes del libertador que reproducían sus rasgos originarios.