Este año en la televisión argentina irrumpió la temática trans en ficción a través de la telenovela 100 días para enamorarse. Cada vez son más las y los adolescentes que pueden hablar sin prejuicios de lo que sienten respecto a su identidad de género y su orientación sexual. Pero todavía queda mucho por cambiar
El movimiento de la diversidad LGTBI ha dado pasos importantes en nuestro país: se logró hace un par de años la sanción de las leyes de Matrimonio Igualitario e Identidad de Género. Fueron avances en el reconocimiento de la igualdad de derechos y que pusieron en tela de juicio las conductas que criminalizan o discriminan a las personas cuyos sentimientos o identidad escapan a la heteronorma. Quienes se animan a cuestionar o romper con los roles, formas de vestirse o de sentir tradicionales se enfrentan con un sinnúmero de obstáculos hirientes. Venimos avanzando pero aún no están todos los derechos garantizados y queda mucho por recorrer

Contra la discriminación y la violencia

No alcanza con que se diga en los papeles que somos iguales, si en lo concreto no se toman medidas para avanzar en una igualdad real. Por eso, una de las principales reivindicaciones del colectivo trans es el Cupo Laboral. Muchas personas, sobre todo las travestis, son marginadas del sistema laboral por su identidad, arrojadas por el sistema de exclusión a la prostitución como único medio de vida. Para quienes son de los sectores populares se agravan todos sus problemas, no solo las discriminan, también son criminalizadas.

Por otra parte, y aunque hay mayor apertura de cabezas, persisten los prejuicios sobre las identidades de género que escapan a las normas. A veces eso se traduce en burlas o chistes que a simple vista parecen menores, pero que cargan un trasfondo disciplinador muy denso y van deteriorando la confianza y la autoestima. Otras veces, el rechazo implica agresiones físicas violentas que pueden llegar al extremo de los asesinatos como fue el caso de la Pepa Gaitán, asesinada en Córdoba en el 2007 por el padrastro de su novia. Por eso es tan importante que se aplica la Ley de Educación Sexual Integral desde la primera infancia: para romper con la idea de que hay que “tolerar” a quien es distinto y pasar a reconocer –y respetar- las diversas maneras en la que las personas nos manifestamos, pensamos, actuamos y amamos.

Ser libres, en un país liberado

La mayoría de las veces, el tema de la identidad de género se piensa desde la individualidad. Es verdad que todas y todos tenemos derecho a ser quienes queramos ser, el tema es cómo podemos avanzar para transformar esta realidad que nos oprime. Actualmente, la lucha del movimiento de mujeres contra su doble opresión viene desnudando y poniendo en cuestión al patriarcado, a la vez contribuye y potencia la lucha del movimiento de diversidad sexual. Además este movimiento con sus luchas particulares ha permitido develar otras formas en las que se expresa la opresión patriarcal.

Pero no se puede pensar en ser libres en un país que no lo es. No alcanza con transformarnos a nosotras, sino aportamos a la transformación del conjunto de la sociedad. Por eso todas las luchas particulares, incluso las de la diversidad sexual, tiene que pelear por unirse a las luchas del conjunto del pueblo.

Hoy la principal traba para que el pueblo avance es la política de ajuste, hambre, entrega y represión del gobierno de Macri. Tomando como punto de referencia a los sectores mas oprimidos, redoblando las luchas por las reivindicaciones particulares y uniéndonos a toda la agenda del movimiento obrero y popular vamos a poder seguir avanzando en hacer realidad la consigna que convocó a la 2º Marcha del Orgullo en Argentina: “Iguales en la diversidad, vivir libres en un país liberado”.

De que hablamos cuando decimos…

Orientación sexual: Capacidad de cada persona de sentir una profunda atracción emocional, afectiva y sexual por personas de un género diferente al suyo, o de su mismo género, o de más de un género, así como la capacidad mantener relaciones íntimas y sexuales con estas personas.

Identidad de género: La vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente profundamente, la cual podría corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo (que podría involucrar la modificación de la apariencia o la función corporal a través de medios médicos, quirúrgicos o de otra índole, siempre que la misma sea libremente escogida) y otras expresiones de género, incluyendo la vestimenta, el modo de hablar y los modales.

Crimenes de odio

Este año se logro en nuestro país la primera condena por un homicidio «calificado por odio a la identidad de género». Fue en el juicio por el asesinato de la activista trans Diana Sacayan y representó una condena histórica.
En 2017, el Observatorio Nacional de Crímenes de Odio LGBT registró 103 crímenes de odio por orientación sexual e identidad de género en Argentina. El 61% de los casos de violencia tienen como víctimas a la población trans (travestis, transexuales y transgénero).
A esto hay que sumarle innumerables actos de discriminación por parte de las instituciones del Estado del cual, hoy, Macri es el principal responsable. Ejemplos de esto son el encarcelamiento de Higui, cuya libertad conquistamos.

Salud!

Recién en el año 2018, la Organización Mundial de la Salud sacó de su lista de “trastornos mentales” la incongruencia de género. Gran batalla ganada en pos de la libertad y el pleno reconocimiento de derechos de las personas trans.

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