Este lunes nos despertamos con la noticia de que Agustina Imvinkelried, de 17 años, fue asesinada. Su cuerpo fue encontrado tirado en una zanja, cubierto de hojas y ramas. Descartado, con signos de violencia y ultraje. Una vez más la indignación y el dolor nos atraviesan frente a una historia que se repite: una mujer joven sale al boliche y no vuelve más.


Agustina Imvinkelried

Su rostro recorre todas las redes, miles compartimos su foto con la esperanza de encontrarla cuando conocimos la noticia de su desaparición, el domingo a la madrugada cuando salía de un boliche bailable en la localidad de Esperanza, Santa Fe. Su femicida, Pablo Trionfini, se suicidó cuando la policía se acercó a su casa a tomarle declaración. Ya había sido denunciado por amenazas por parte de una expareja.


Pablo Trionfini, el femicida de Agustina

Con Agustina, ya suman 8 las mujeres que fueron asesinadas este año: Celeste Castillo (27), de Santiago del Estero, asesinada de un disparo por su pareja; Joselin Nayla Mamani (10), asesinada de 32 puñaladas en el Conurbano; Gisel Romina Varela, asesinada por su expareja en La Plata; Susana Yas (77) asesinada a golpes en la misma ciudad; Daiana Moyano (24) de Córdoba; Liliana Loyola (64) prendida fuego por su hijo, en San Juan;  Valeria Juárez (32) asesinada por su expareja de un escopetazo, en Chaco.

Desde aquel histórico 3 de junio de 2015, cuando nos unificamos en el grito “Ni Una Menos” y tomo más fuerza nuestra exigencia de una Ley de Emergencia Nacional en Violencia Contra las Mujeres, hubo cientos de femicidios que podrían haberse evitado.

El gobierno de Macri no ha tomado ni una sola medida para resolver la situación real. En junio del 2016 lanzó el Plan Nacional para la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres. Ese mismo plan destina para este 2019 la suma de $11.36 por mujer, para combatir la violencia de género, un 18% menos que el año pasado. Políticas de cartón, desfinanciadas.

Estamos hartas, para este gobierno nuestra vida vale menos que un alfajor. Estamos hartas, pero no estamos solas. Hoy volvemos a salir a la calle, unificadas en el grito de Ni Una Menos, volvemos a salir para exigirle a este gobierno ajustador la Ley de Emergencia en Violencia Contra las Mujeres. Queremos medidas concretas que resuelvan los padecimientos de todas las mujeres, queremos justicia por Agustina, por cada una de las que ya no están, y por nosotras; porque no queremos vivas, libres y sin miedo.


En el 2018 fueron asesinadas 259 mujeres, una cada 32 horas. El 7,5% de las víctimas de femicidios eran niñas y adolescentes menores de 15 años. Del total de ellas, el 59% fue violada o abusada. En el 93% de los casos, los femicidas fueron varones con quienes las víctimas tenían un vínculo o lazo familiar.

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