¡Este viernes 21 All Boys se pintó de rojo! Miles de todo el país celebramos los 50 años del Partido Comunista Revolucionario. Nacimos para cambiar todo lo que tenga que ser cambiado. Eso somos, y estamos convencidos y convencidas que más temprano que tarde, vamos a triunfar. Compartimos las palabras del secretario general de la Juventud Comunista Revolucionaria, Luciano Álvarez.

Camaradas de todo el país, compañeras y compañeros, amigas y amigos de otras fuerzas políticas.

Con el esfuerzo militante de miles y miles de compañeros y compañeras, a lo largo y a lo ancho del país, desde Jujuy hasta Tierra del Fuego, desde el mar a la cordillera y de todos los lugares de Capital y el Gran Buenos Aires explotamos LA CANCHA DE ALL BOYS!

Lo hacemos para festejar 50 años de historia de nuestro partido, para decir que nuestro mayor orgullo es que el marxismo-leninismo-maoísmo existe en Argentina porque existe el PCR.

Somos la juventud de un partido que tiene una historia gloriosa de la que estamos profundamente orgullosas y orgullosos.  De esos compañeros que encabezados por Otto Vargas rompieron con el Partido Comunista que no sólo había tirado a la basura las banderas de la revolución, sino que también había traicionado y abandonado el Che Guevara en Bolivia entregándolo a sus  asesinos.

Esos camaradas que protagonizaron el Cordobazo y las puebladas de los ´60 y los ´70, que llegaron al maoísmo, y encabezaron la pelea contra el golpe de estado primero y después contra la dictadura más sangrienta de la historia quedándose en el país.

Estamos orgullosos de nuestros mártires queridos como Manuel Guerra, Luis Márquez y Miguel Magnarelli, que dieron su vida para defender al partido y derrotaron al enemigo con el silencio.

Nos afirmamos en el camino que trazaron los camaradas que nos precedieron porque no estamos de acuerdo con las teorías que ubican el ser jóvenes como un valor en sí mismo, cómo si la cuestión generacional determinara el pensamiento político o los ideales de justicia social. Esto no niega que en su mayoría la juventud tenga una rebeldía particular, pero poner la línea divisoria o el valor agregado en la juventud es realmente una pavada.

Estas “teorías generacionales” le hicieron mucho daño al campo popular y para lo único que sirven es para instrumentar a la juventud detrás de los planes de algún sector de las clases dominantes. La Marea Verde que estalló este año nos enseñó mucho sobre la fuerza que existe cuando se juntan la experiencia y la potencia de la juventud.

Esto lo meten por izquierda y por derecha. Ser sub 40 no te hace mejor, ni más cool, ni más piola. Sino miren a Marcos Peña, a Massot o a ese Robledo y todos los supuestos “jóvenes brillantes” del PRO, que son parte de lo más reaccionario que hay: que son los que le robaron la plata a los jubilados, que son se arrastraron frente a los jefes de las potencias imperialistas en el G20, que son los que quieren privatizar la educación pública, nos llevan al desastre y hoy son los responsables de que millones la pasen cada vez peor en nuestro país.

Acá hay una juventud que se le infla el pecho por la historia del partido, de sus dirigentes y que día a día pelea por seguir su ejemplo.

Compañeros y compañeras, llegamos hasta acá fortalecidos porque tuvimos razón cuando dijimos que este era un gobierno de ricos para ricos. Y por eso lo enfrentamos desde el primer día en la calle, y estuvimos a la cabeza de las luchas en todo el país peleando la más amplia unidad.

Esa línea que trazamos y que tiene su mejor ejemplo en la unidad de la CCC, el Movimiento Evita y Barrios de pie que el 7 de agosto de 2016 protagonizaron la extraordinaria movilización de San Cayetano a Plaza de Mayo, y que consiguieron la Emergencia social, irrumpiendo como una nueva izquierda en la Argentina, alumbrando un camino de esperanza para millones.

Nosotros pudimos expresar esa unidad también en el movimiento estudiantil universitario, y así recuperamos la FULP, varios centros de estudiantes y le dimos un golpe en la FUA a la Franja Morada macrista que es cómplice del ajuste en la universidad.

En todo el país, cuando muchos decían que no se podía, los compañeros de la CEPA con clases públicas, abrazos, marchas, cortes y tomas de facultad empujaron la pelea contra el ataque del gobierno a la universidad pública, y fueron poniendo de pie al movimiento estudiantil que junto a los docentes, el 30 de Agosto explotaron la plaza de Mayo.

Frente al ajuste del Gobierno en la educación, frente al hambre por falta de viandas y comedores, frente a la grave situación edilicia que tienen la mayoría de los colegios, los estudiantes secundarios se mantuvieron de pie y en la calle.

Los compañeros del MUS jugaron un papel muy importante, y estuvieron a la cabeza de la lucha en defensa de la Escuela Pública, pelando el protagonismo de cada compañera y compañero. Como los pibes del Albert Thomas de La Plata, donde hasta el último compañero discute y decide en asambleas por curso cual es el camino para defender la Escuela Pública y la educación Técnica.

Estamos viviendo un momento histórico compañeros y compañeras. Porque la rebelión de las mujeres contra la violencia de género,  remueve las fibras más sensibles y podridas de esta sociedad capitalista.

Son las que estuvieron desde el primer momento a la cabeza de la lucha contra el hambre y lo siguen haciendo poniendo el cuerpo en la marchas, poniendo el cuerpo en los piquetes y en cada uno de los comedores populares para darle de comer a sus hijos y a los hijos de otras madres.

Son las que hace 33 años han construido y defendido esa extraordinaria experiencia que son los Encuentros Nacionales de Mujeres que son la columna vertebral de ese gran movimiento que hoy recorre la argentina.

Las Pibas le han declarado la guerra, nada más y nada menos que al Patriarcado. Ese íntimo, e inseparablemente fiel amigo de este sistema podrido que, sin duda alguna, vamos a derrumbar para construir una patria nueva/un nuevo mundo justo, libre e igualitario.

Las clases dominantes toman nota de esa potencia revolucionaria y fomentan el crecimiento de corrientes que ponen la división en el campo popular y que pierden de vista la doble opresión que sufren nuestras compañeras.

Las pibas dijeron basta y las clases dominantes se retuercen porque lo que no toleran es que explote esa rebeldía. Que también nos cuestiona a nosotros, sus compañeros, para que miremos para adentro, para que nos cuestionemos y para que nos rebelemos también nosotros contra tanto machismo acumulado.

Nosotros no queremos la Argentina del hambre, nosotros no queremos el gatillo fácil y la droga que es hoy la Argentina de Macri. En la que no hay ninguna perspectiva de futuro para la juventud, donde hay 6.255.000 chicos que fueron empujados a la pobreza y a la desesperación por esta política.

A esa juventud a la que no le ofrecen nada, es a la que empujan a la esquina y empujan a la droga para terminar de hacerla mierda.

Por eso nosotros desde la juventud de la CCC, pusimos de pie ese gran movimiento que es #NiUnPibeMenosPorLaDroga, porque estamos en contra de la droga, que se ha transformado en uno de los principales problemas que tiene hoy la juventud en la argentina.

Porque creemos que para combatirla es necesario construir una Argentina donde haya trabajo, donde haya educación, donde haya salud, deporte y cultura en todos nuestros barrios. Porque necesitamos una  juventud despierta para que pueda ser protagonista de su propio futuro.

Desde el gobierno nacional Mauricio Macri y esa ministra fascista que se llama Patricia Bullrich transformaron la violencia policial, el gatillo fácil y la violencia institucional en una política de Estado, que defienden a costa de la vida de nuestros pibes y nuestras pibas.

Por Santiago Maldonado, Rafael Nahuel, Lucia Pérez, Micaela Garcia, Marcos Soria, y Rodolfo Orellana vamos a seguir en la calle defendiendo la vida y el futuro de nuestros pibes y nuestras pibas.

La situación de millones de jóvenes en las grandes fábricas de la Argentina, es desesperante. Por la precarización, los salarios de hambre y la desocupación que amenazan permanentemente.

Pero el mérito de esta Juventud, no es solamente el de haber encabezado las luchas por estos temas o el de haber construido la JCR en el movimiento obrero. Sino el de ser continuadores de una huella que nos marcaron los jóvenes comunistas de las generaciones anteriores. Jóvenes comunistas que tomaron la decisión de atar su destino, al destino del proletariado argentino: como en Ika/Renault, en el Swift, en Ford, en Terrabusi, en Astilleros.

Y fue siguiendo su ejemplo que el Comité Central de la JCR, discutió hace ya algunos años dar un “viraje al movimiento obrero”, dando un salto en el trabajo del Partido y la juventud.

Sobre nuestro trabajo sindical, todavía tenemos que aprender muchas cosas, pero hay algo que podemos afirmar: Como lo demuestran las experiencias más avanzadas, de las que somos parte y como lo demuestran los Cayetanos en sus históricas luchas, no se puede hablar del movimiento obrero en la argentina sin tener en cuenta los colores, y dentro de eso sin tener en cuenta al peronismo.

No se puede desarrollar el partido y la juventud en las grandes fábricas sin tener en cuenta esto, o peor aún, siendo “antiperonistas”. Porque es con esas masas, y en unidad y lucha con sus dirigentes que hemos avanzado en la lucha y que vamos a avanzar en el camino de la Revolución, más temprano que tarde.

Tenemos el desafío histórico de ganar y organizar a los jóvenes del proletariado argentino empalmando con esas masas y sus dirigentes, partiendo de sus reivindicaciones, que son ignoradas por la inmensa mayoría de las organizaciones sindicales.

Y para eso nos proponemos pegar otro salto en la afiliación y la incorporación de cientos de jóvenes comunistas a las grandes fábricas de la Argentina.

Somos la Juventud Comunista Revolucionaria y queremos cambiar todo lo que tenga que ser cambiado. Eso somos, y estamos convencidos que más temprano que tarde, vamos a triunfar, y vamos a destruir el poder que nos oprime, vamos a destruir este estado podrido, y vamos a construir otro, un estado de los obreros, de los campesinos, de los estudiantes, donde desde el barrio, las fábricas, las quintas, y los colegios, hasta el Congreso y la Casa Rosada, mande el pueblo, dirija el pueblo, y gobierne el pueblo.

El futuro es nuestro, por prepotencia del trabajo.

Aguante la Juventud Comunista Revolucionaria.      

Viva el Partido Comunista Revolucionario.

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