Miranda, Micaela y Sol son tres jóvenes estudiantes integrantes del Movimiento de Unidad Secundaria de Paraná. Este miércoles estuvieron en la Escuela Artigas de Colonia Avellaneda (Entre Ríos) para participar de una charla-debate en el marco de la Jornada Nacional “Educar en Igualdad: Prevención y Erradicación de la Violencia de Género”.

“¿Por qué hablamos de violencia de género?” fue la pregunta con la que las chicas dieron el puntapié inicial. Incómoda, concisa, directa. Algunos estudiantes se acomodaban en sus sillas, otros cebaban mates, una piba tomó la palabra: “Hablamos de violencia de género porque nos matan por ser mujeres”.

En Argentina se registran 670 denuncias diarias por violencia de género. Una mujer es asesinada cada 18 horas. Durante el 2017, se registraron 292 femicidios. Desde enero a junio del 2018, la cifra ya llega a 139 mujeres asesinadas por violencia de género. Los números están ahí, desnudos, crudos. Nos muestran una realidad que a muchos pareciera no importarles.

Milagros, estudiante de 6to año la Escuela Artigas, dispara: “Frente a un caso de violencia o abuso no hay lugares seguros dónde acudir”. Julieta, su compañera, completa: “Hay muchas mujeres que están en riesgo y el gobierno es el responsable de resolver eso”.

Las pibas y los pibes alzan la voz, intercambian ideas y comentarios. En un momento alguien pide silencio, y las estudiantes del MUS comienzan a explicar, en torno a estas problemáticas, la necesidad de la sanción de la Ley de Emergencia en Violencia Contra las Mujeres.

Desde aquel histórico 3 de junio de 2015, cuando nos unificamos en el grito “Ni Una Menos” y comenzamos a exigir la Ley de Emergencia Nacional y Provincial en Violencia, hubo 871 femicidios. La mayoría de ellos se podría haber evitado. Los distintos gobiernos no han tomado ni una sola medida para resolver la situación real. El gobierno de Macri, por no dar quórum en diputados en noviembre de 2017, dejó caer la media sanción que había obtenido la Ley de Emergencia Nacional en la cámara de senadores.

En nuestra Provincia hay un proyecto de Ley de Emergencia en estado parlamentario, construido desde abajo por distintas organizaciones populares, que juntó miles de firmas, y que ni el oficialismo ni la oposición, se han molestado en poner en discusión. A pesar de haberles ahorrado el trabajo de escribirlo, para el Gobierno Provincial tampoco es prioridad la vida de las mujeres.

Según un registro nacional, en Entre Ríos existen 274 lugares de atención a víctimas de violencia, pero la enorme mayoría no funciona o tiene horarios reducidos. No existe la promoción de derechos ni la prevención. Como manifestaron las pibas durante la charla, las mujeres desconocen a qué lugares acudir cuando pasan por estas situaciones.

Frente a este panorama un tanto desolador, surge como salida inmediata la organización de las mujeres, el fortalecimiento del movimiento y la lucha por conquistar esos derechos que nos están negando y vulnerando. Las y los estudiantes secundarios expresaron la necesidad de contar con gabinetes interdisciplinarios en las escuelas, con profesionales capacitados para atender estas situaciones; exigieron también la inmediata implementación de la Educación Sexual Integral en todos los niveles y la importancia de contar con secretarías de género en todos los centros de estudiantes.

La jornada estaba por llegar a su fin, pero los debates no terminaban. Continuarán en las aulas durante lo que reste del ciclo lectivo y en el centro de estudiantes que se está conformando en esa escuela. Mientras tanto, los pañuelos de la Campaña por la Emergencia Nacional se multiplican en las mochilas y bolsos. Los pibes y las pibas volverán a encontrarse en la calle el 25 de noviembre, Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer, marchando para exigir al gobierno provincial y nacional ¡Emergencia YA!

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