Desde noviembre las mujeres chubutenses nos venimos preparando para recibir a las decenas de miles que se acercarán a Trelew el 13, 14 y 15 Octubre.

Con mucho esfuerzo, pero convencidas de la importancia de garantizar la realización de este 33 Encuentro Nacional de Mujeres, llevamos más de diez meses al calor de los debates que nos convocan a las que hoy conformamos la Comisión Organizadora.
Hoy además amanecimos con la tremenda noticia del segundo femicidio en la ciudad sede del Encuentro. Hace tres meses la violencia de género se llevó a Eve, una artesana que se preparaba, como muchas chicas de la zona, para el ENM y a pesar de las denuncias el Estado no accionó y tuvimos que salir a marchar pidiendo justicia. El día de hoy, se confirmó que el cuerpo que se encontró calcinado en un descampado es de otra piba más que nos matan, Rosa. Estas situaciones nos siguen doliendo, nos dan mas motivos para seguir exigiendo la Emergencia Nacional en violencia Contra las Mujeres, porque no queremos ni una menos, ni una muerta más, y para que la masividad del 33 ENM grite con fuerza por Eve y Rosa.
El Encuentro llega a Chubut para visibilizar la pelea de los pueblos originarios por su territorio, la persecución que sufren por parte del gobierno, llega también por Santiago Maldonado al cumplirse un año de su desaparición seguida de muerte; para denunciar el avance de la trata y la explotación de las mujeres, llega en el marco de la profundización de la crisis de hambre y desocupación, y para dar cuenta de cómo todas estas problemáticas nos atraviesan a las mujeres chubutenses.
Trabajando en diferentes subcomisiones le vamos dando forma, desde la construcción colectiva, la pluralidad y la horizontalidad que han caracterizado estos treinta y dos años de historia, para generar las mejores condiciones en una ciudad que resulta chica para la magnitud de la convocatoria. Como sabemos lo esencial que es el Encuentro en nuestras vidas, cómo nos forma y transforma, que es un gran espacio de debate sobre cada una de las situaciones que nos oprimen, estamos preparando no solo la ciudad sede sino las ciudades aledañas (Puerto Madryn, Rawson, Gaiman, Dolavon y 28 de Julio). Queremos que sea, nuevamente, el Encuentro del cual ninguna mujer vuelve igual.
Sabemos que este ENM estará teñido por las luchas que atraviesan a Chubut. Los y las estatales (docentes, no docentes, auxiliares, judiciales, etc.) estuvieron más de cien días en la calle con una carpa en la puerta de la Casa de Gobierno reclamando por paritarias libres, mejores condiciones edilicias, regularización de los pagos a la obra social e implementación del TEG (Transporte Educativo Gratuito) entre otras reivindicaciones, donde el gobernador Arcioni, en alineación a las políticas Macristas, no dio otra respuesta que la represión. Somos las mujeres las primeras en salir a la calle, en abrir comedores en los barrios, en luchar por condiciones dignas de vida. Experiencias de lucha, como tantas otras que se desarrollan a lo largo y lo ancho del país, que llenarán el debate en el corazón del Encuentro, los talleres.

Los Encuentros Nacionales de Mujeres son una herramienta fundamental para dar todos los debates sobre los problemas que nos atraviesan. Así lo demuestra la experiencia de estos treinta y dos años, que puso en la agenda política y mediática cuestiones como la Ley de Divorcio, el matrimonio igualitario, la patria potestad compartida, la legalización del aborto y la trata, entre tantos otros. Muchas de las jóvenes que hemos participado de los ENM nos hemos sumado a la lucha por la Ley de Emergencia en Violencia contra las Mujeres.
Surgió en los talleres de los Encuentros la necesidad de dar el debate sobre el aborto, haciendo posible que en el año 2005 se lanzara la Campaña por la Legalización del Aborto. Esta lucha, bajo el lema “Educción sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir”, se reafirmó año a año. Luego de trece años de batalla, las mujeres dimos un gran salto cuando conseguimos la media sanción del proyecto de ley en la Cámara de Diputados el pasado 13 de junio, con un millón de mujeres en las afueras del congreso y miles en todo el país. El 8 de agosto, fuimos dos millones pero un sector de la cámara de senadores- encabezados por la vicepresidenta Michetti- le dio la espalda al movimiento de mujeres rechazando la ley. No van a poder frenar esta marea que traerá al Encuentro debates e iniciativas para seguir luchando para que ni una mujer más muera por un aborto clandestino y por el derecho a decidir de todas nosotras.

Los Encuentros Nacionales de Mujeres son únicos en el mundo, son una gran experiencia democrática porque supieron sostener durante estos treinta y dos años los siete pilares que los caracterizan: son autónomos, autoconvocados, democráticos, pluralistas, autofinanciados, federales y horizontales. Cuando participamos de los Encuentros, ninguna vuelve igual, algo cambia en nosotras. Porque nos encontramos con mujeres que vienen de lugares distintos al nuestro, con otra tonada, otros rasgos, pero con las que compartimos vivencias y aprendemos que a pesar de todo lo que nos diferencia padecemos las mismas injusticias. Históricamente han puesto sobre la mesa la cruda realidad que vivimos las mujeres en cada aspecto de nuestras vidas y en cada ámbito en el que nos desenvolvemos. Por eso, han sido necesariamente opositores a las políticas de los gobiernos de turno.
Volvemos fortalecidas, hermanadas, y sobre todo, dispuestas a dar batalla contra todas las formas en que se expresa la doble opresión que sufrimos, por nuestra clase y por nuestro género. Este, el más austral de los Encuentros, no será la excepción: aunque haya sectores que buscan achicarlo, romperlo o dividirlo, a lo largo y ancho del país las mujeres se están preparando para llegar a Trelew y que el 33 Encuentro Nacional de Mujeres sea masivo y opositor a las políticas hambreadoras y de ajuste de Macri, para gritar, una vez más, que la crisis la paguen los que se enriquecieron. El 13, 14 y 15 de octubre queremos que Trelew explote de mujeres.
