El 1 de mayo se conmemora el día de los trabajadores en honor a los “mártires de Chicago”, quienes dieron su vida en la conquista de la jornada de 8 horas.
1886. Una serie de protestas obreras sacudían el corazón industrial de uno de los principales imperialismos. El primer día del mes de mayo en chicago, estados unidos, centenares de miles de trabajadores fueron a la huelga para conquistar las 8 horas de trabajo. El fantasma del comunismo, la ideología de la clase obrera fundada por marx y engels, recorría el mundo.
Los trabajadores de la fábrica de maquinaria agrícola mccormick estaban en huelga desde el 16 de febrero. El 3 de mayo una masiva movilización en la puerta de ésta fábrica fue reprimida ferozmente por la policía, asesinando a 6 obreros.
Inmediatamente fue convocada una concentración para el día siguiente en el parque haymarket, donde se concentraron miles de personas. Una nueva orden para reprimir desató una masacre, una bomba estalló durante la jornada y 31 obreros fueron acusados injustamente del atentado. Cinco de ellos fueron condenados a la horca y 3 a largas penas de prisión.
“Si nos van a matar, entonces dejen que la gente sepa por qué es. Este veredicto es contra el socialismo”, clamaba august spies al pié de la hora. Spies era uno de los trabajadores condenados. “si creen que pueden aplastar estas ideas que ganan cada día más terreno, si creen que las pueden aplastar por mandarnos a la horca (…), yo los desafío a mostrar dónde hemos mentido. Si la pena de muerte es el precio por decir la verdad, entonces estoy dispuesto a pagarlo desafiante y orgullosamente. ¡llamen al verdugo!”.
La culpabilidad de los acusados nunca fue probada, pero la sangre de los mártires de chicago no corrió en vano. Se puso, así, de manifiesto la antagonía entre proletarios y burgueses.
La lucha por la jornada de 8 horas y su conquista había demostrado el potencial de la clase obrera, y allanaba el terreno para las futuras revoluciones socialistas.
En 1889, por acuerdo del congreso obrero socialista de la segunda internacional, el 1º de mayo se fijaba como el día internacional de los trabajadores.
«8 horas para trabajar, 8 para dormir y 8 horas para lo que nos dé la gana».
Era la consigna que empujaron los obreros de Chicago
Crónica
“Resuena la voz de spies, mientras están cubriendo las cabezas de sus compañeros, con un acento que a los que lo oyen la entra en las carnes: ‘la voz que vais a sofocar será más poderosa en lo futuro, que cuantas palabras pudiera yo decir ahora’. Una seña, un ruido, la trampa cede, los cuatro cuerpos caen a la vez en el aire, dando vueltas y chocando”, relató josé martí, quien cubrió como periodista el asesinato de los obreros encabezados por august spies el 11 de noviembre de 1887.»