Con un discurso plagado de mentiras y viejas promesas incumplidas, el Presidente inauguró el período de sesiones ordinarias del Congreso.
Comenzó recordando de manera muy escueta y frívola a los compatriotas del ARA San Juan, a quienes se privó de llamarlos héroes.
Inmediatamente siguió con sus primeros párrafos. Reformuló su eterna promesa: “Lo peor ya pasó y ahora vienen los años en que vamos a crecer…”. Parece que el tan esperado “segundo semestre” en donde todo iba a mejorar, según prometía en su primer año de gobierno, ahora sí estaría por llegar.
El cinismo, la reformulación de viejas promesas y las arengas “motivacionales” de sus primeros minutos, recorrieron todo su disurso.
De los mismos creadores de “hay lugares donde falta agua y otros donde sobra” (refiriendo a la situación de varias zonas del país afectadas por inundaciones y sequias) se estrenó “cada día se crean empleos nuevos y otros desaparecen” y agregó “es un desafío que enfrentan todos los países del mundo, no sólo la Argentina”. Mal de muchos, consuelo de zonzos, dice el refrán… con estas frases además intenta justificar los miles de despidos por ser un país y un pueblo que no está a la altura del “trabajo de siglo XXI”.
“Los salarios le ganaron a la inflación [en relación a 2015]” se atrevió a decir.
Pero según un informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad de Avellaneda (Undav), si los gremios cierran sus paritarias cumpliendo con el techo de 15 por ciento que pretende imponer el Gobierno, los salarios acumularían un retroceso en el poder adquisitivo de 7,6 por ciento promedio en tres años (desde 2016).
Prometió que “Vamos a dejar de endeudarnos”, justo un día después de colocar deuda por 58 mil millones de pesos. Y vale decir, que desde que gobierna, Argentina tomó deuda por U$S 132.969. Es decir, más de 166 millones de dólares por día.
No se olvidó de atacar a los y las docentes, como lo hizo también la Gobernadora Vidal en la apertura de las sesiones ordinarias de la legislatura bonaerense:
“A lo que hay que temer es a que los chicos no terminen el colegio. No podemos hacer política con la educación de nuestros hijos. No podemos acordarnos de la educación sólo en el momento de las paritarias.”
Para él, la oferta de un 12% de “aumento” en cuotas a los docentes, no es un problema para la educación.
“Hace 35 años que se viene postergando un debate muy sensible que como sociedad nos debemos: el aborto.”, dijo en un intento por apropiarse de algo que logró la lucha del movimiento de mujeres de Argentina: el proyecto se presentará en el Congreso por 7ma vez.
Y aunque se muestre dispuesto a discutirlo, sostiene la posición que hace más de 35 años viene evitando que el #AbortoLegal sea un hecho: “Como más de una vez dije, estoy a favor de la vida”. En realidad, está a favor de la muerte por abortos clandestinos y en contra del derecho a decidir dé las mujeres.
Mejor no hablar de ciertas cosas
Femicidios, jubilados, derechos humanos, no fueron parte de la agenda propuesta por el Presidente para el Congreso Nacional.
También fue llamativo que no hablara de corrupción, algo que venía siendo su caballito para batallar a los opositores. La renuncia del subsecretario general de la Presidencia, Valentín Díaz Gilligan implicado en delitos de lavado de dinero, la situación del Ministro de Finanzas Caputo (íntimo amigo de presidente) cada vez más acorralado por su causa por cuentas offshore, y la reciente denuncia de la Policía Federal de Brasil al director de Inteligencia Gustavo Arribas por coimas complican la imagen “anticorruptos” que intentan dar desde Cambiemos.
Parece ser que la cosa también se pone tensa por arriba. Como dice la canción de No Te Va a Gustar:
Suenan las alarmas, huele a corrupción
¿Qué te hace pensar que sos mejor que yo?
No es tan fácil escapar,
alguien te lo va a cobrar.
Olvidaron el párrafo donde aseguró estar trabajando por «alimentación sana» mientras aumenta terriblemente la cantidad de insecticidas y otros venenos en la comida