Hace un mes, el 27 de diciembre, fallecía Fernando Birri, creador del Nuevo Cine Documental Latinoamericano.
Fernando Birri nació en la ciudad de Santa Fe en marzo de 1925. Fue cineasta y director, considerado el creador del llamado Nuevo Cine Latinoamericano. Las inquietudes sociales y políticas siempre anduvieron juntas en su sensibilidad artística. Escribió poesía e hizo teatro, luego, descubrió el cine y lo estudió en el Centro Experimental de Roma, cuna del neorrealismo.
Birri fundó el Instituto de Cinematografía de la Universidad Nacional del Litoral en la ciudad de Santa Fe, y la escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños en Cuba. Sus colegas lo recuerdan con una máxima: «Pinta la aldea y serás universal» frase de León Tolstoi. Es ese trabajo que queremos revalidar, fue el primero que pinto Santa Fe, con «Tire Die» y con «Los inundados». Es universal, ya que le asignan el nombre de fundador del nuevo cine documental latinoamericano, atravesando la foto-documental y el documental encuesta, sin dejar de tener referencia en Europa.
Con motivo de su deceso, la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de los Baños emitió un comunicado ampliamente compartido dedicado a la vida y obra de Fernando Birri que expresa: «La vida te alcanzó para saberlo todo, y para crear cuanto tu talento y tu tiempo te exigieron. La palabra fundador es tal vez la que te define con mejor precisión. Como todo fundador, estabas, estás, tan cuerdo como loco: ejerciste una irreverencia comprometida con el destino de los pueblos y las artes de este continente; actuaste desde una lucidez que te permitió ver más allá y más acá que al común de los mortales».

Fernando Birri junto al escritor Gabriel García Márquez
En el Manifiesto de Santa Fe en 1959 escribió Fernando Birri: «Tal la función revolucionaria del documental social en Latinoamérica. Al testimoniar como es nuestra realidad -nuestra subrealidad, nuestra infelicidad- la niega. Reniega de ella. La denuncia, la enjuicia, la crítica, la desmonta. Porque muestra las cosas como son, irrefutablemente (y no como nos quieren hacer creer que son). Y el cine que se haga cómplice de esta mentira, de este subdesarrollo que denunciamos, es subcine. Como equilibrio a esta función de «negación», el documental cumple otra de afirmación de los valores positivos de esa sociedad: de los valores del pueblo. Sus reservas de fuerzas, sus trabajos, sus alegrías, sus luchas, sus sueños».
Algunas de sus películas sonTire Dié (1956-1960) La verdadera historia de la primera fundación de Buenos Aires (1959) Buenos días, Buenos Aires (1960) Los inundados (1961) La Pampa Gringa (1963) Castagnino, diario romano (1967) Org (1967-1978) Rafael Alberti, un retrato del poeta (1983), entre otras.
Fernando Birri define a sus documentales como cine de autor colectivo, que intenta borrar la barrera entre los profesionales del cine y los no profesionales. Así lo hizo con las 120 personas que aportaron a Tire Dié en 1959, que es la primer Encuesta Documental Filmada en la ciudad de Santa Fe. En sus palabras, cada colaborador tiene máxima libertad de aportar a la producción y ejecución.
La obra documental de Fernando Birri tuvo un efecto artístico como pocos: intenta cambiar las cosas de la realidad, buscar lo nuevo, de manera colectiva, que sea útil al grupo. Potencia estas ideas en los escritos de 1958 y 1962: manifiestos de cine nacional, realista, crítico y popular. Con el Manifiesto quieren imponerle a las productoras cinematográficas un nuevo paradigma: un cine que aporte a la Argentina y al continente visiones nuevas sobre la realidad donde lo popular se pueda conjugar con lo culto. En la Universidad Nacional del Litoral hubo mucha resistencia con estas ideas y muchas veces no lo acompañaron desaprovechando todo lo novedoso del cine documental.
En cuanto a lo que significa producir un documental, Birri resalta la importancia del trabajo colectivo que permite crear, crecer y conocer. El santafesino sostenía que el documental transforma a todos los que lo hacen, inclusive al mismo autor, y a todos los protagonistas los hace cómplices y defensores de la película, como cuando los pobladores le cuidan todos los instrumentos de filmación en sus casas y pelean con la policía en la época de Arturo Frondizi para que los dejen terminar el documental.
El primer libro que lee en Santa Fe es El sentido del cine en la década del ´40, del ruso Sergei Eisenstein, donde había fragmentos de las lecciones de cine de Moscú. El libro poseía fotografías y partituras musicales. Su primera lección sobre el cine.
Trabajó el film-encuesta, que también le aporta a sus documentales soportes nuevos de trabajo. Profundizó un nuevo lenguaje cinematográfico con la cámara frontal.
[Este resumen se encuentra bien desarrollado en el documental de Hugo grosso Donde comienza el camino (2005)]
Sobre sus Escuelas de cine en Roma y en Cuba, el maestro Birri aprende en Italia la técnica de narración para traducirlo en Argentina como arte nacional. Conoce allí a los muchos cineastas del neorrealismo italiano, es asistente de Rosselini, cursa con Lisandro García Espinosa y con Gabriel García Márquez. Con este último, no sólo forjó una amistad sino que escribió el guión de «Un señor muy viejo con unas alas enormes» (1988), una película basada en el cuento homónimo del escritor colombiano. Junto a ellosfue posible fundar la Escuela de Cine en Cuba. Cuando estuvo en Argentina tenía la idea de filmar ficción, en el medio de Tire Dié, su convicción encontrar el cine definitivamente en el documental. Sin embargo más adelante va a dejar para la posteridad el concepto de ficción documental, donde piensa que ni el documental es cine-verdad ni tampoco la ficción son todas fantasías de Hollywood.