Hace meses, el gobierno de Gerardo Morales aseguraba que la venta del Ingenio la Esperanza «es un logro» de su gestión, puesto que regularizaría los constantes conflictos que se generan alrededor de su vaciamiento, realizado por diferentes dueños.
La verdad, es que la Esperanza siempre fue un botín para negociados entre peronistas, radicales y empresarios.
Esta vez, imponiendo una «relocalización» de empleados, jubilaciones anticipadas y cesantías, que no todo el conjunto de obreros estan dispuestos a aceptar. Además, los salarios adeudados y la prepotencia del gobierno, que ofreció a traves del Ministro de Producción «pagarles con azucar y alcohol», demostraron la poca búsqueda de diálogo y la casi nula capacidad de resolver conflictos sociales que tiene Cambiemos.
A los cortes de ruta y los genuinos reclamos, respondió con palos, gases y balas, persecusión a dirigentes, más de sesenta detenidos y «desapariciones momentáneas» de los mismos, negando constantemente información, el justo derecho a defensa y otros métodos que violan garantías constitucionales.
Al compás de la política represiva, la justicia funcional al gobierno de turno dictó un pedido de captura para toda la Comisión Directiva del gremio, encarcelando hasta al abogado del gremio, cuando se hizo presente a asesorar a los detenidos.
Gerardo Morales convirtió a Jujuy en un feudo político-judicial, donde la oposición política y el genuino derecho a la protesta social están a merced del capricho político de Cambiemos, que constantemente toman medidas que hunden cada vez más a nuestro pueblo en la pobreza, el hambre y la miseria, que reinan junto al paco, en cada barrio de nuestra provincia.
Sólo los amigos del poder, los grandes terratenientes como Blaquier y el puñado de las seis principales empresas de la provincia, están siendo beneficiadas con estas políticas de ajuste que, a pesar de la represión, nuestro pueblo y sus genuinas organizaciones están terminantemente dispuestos a enfrentar.
Un pueblo que olvida su historia, está tristemente condenado a repetirla. Afortunadamente, más allá de la indiferencia y la ignorancia de nuestros gobernantes, la memoria de nuestras calles está encendida con la chispa de las grandes puebladas del los años 90 y los aprendizajes de estos más de 25 años de luchas sociales.
Morales ya debería saberlo bien: la Esperanza de un pueblo no se vende, y de no cambiar éste rumbo político que Cambiemos hoy decidió adoptar, más temprano que tarde, nuestro pueblo sabrá hacer tronar el escarmiento, y no cesará en su lucha por imponer el rumbo de un cambio político que sea verdaderamente popular.
-¡NO A LAS REFORMAS QUE IMPONE EL GOBIERNO NACIONAL CON COMPLICIDAD DE LOS GOBERNADORES!
-¡REINCORPORACION INMEDIATA DE TODOS LOS DESPEDIDOS Y LIBERACIÓN DE LOS DETENIDOS!
-¡BASTA DE DESPIDOS, AJUSTE Y REPRESIÓN!
-¡QUE LA CRISIS LA PAGUEN LOS MONOPOLIOS Y GRANDES TERRATENIENTES!
-¡NI UN PIBE MENOS POR LA DROGA!
JUVENTUD COMUNISTA REVOLUCIONARIA DE JUJUY
