Estado Narco: Corrientes y el caso del Intendente de Itatí
En el reciente suceso en la localidad de Itatí, con 6500 habitantes, situado sobre las costas del río Paraná, al norte de corrientes a unos 72 kilómetros de la capital, el Intendente Rogen Terán y el vice-intendente Gabio Aquíno fueron detenidos por encontrarse involucrados en una red de narcotráfico.También fueron detenidos el comisario de Itatí Diego Ocampo Alvarenga, el Sargento Mario Óscar Molina, la agente Natalia Quintana, el subcomisario de la delegación de la Policía Federal Argentina Rubén Ernesto Ferreyra y su sargento Carlos Víctor López y el segundo comandante de Gendarmería Nacional Fernando Daniel Alcaraz. El juez Federal Soto Dávila se encuentra entre los sospechosos ya que presuntamente era el encargado de llevar a cabo los encarcelamientos expréss y los avisos de allanamiento, esto aún se debe comprobar.
El Gobernador Colombi (cambiemos) y el intendente Terán (FPV)
Por otra parte, hay denuncias de medios nacionales y provinciales, que involucran al Gobernador de cambiemos Ricardo Colombi, sospechoso de proteger a traficantes habiendo interceptado un procedimiento dispuesto por la justicia Federal en la localidad de goya en diciembre pasado. Se trató de un operativo ordenado por el juez Alurralde el cual fue detenido por el propio gobernador; este operativo estuvo a cargo del jefe de drogas peligrosas José Moyano quien fue detenido durante 6 horas, por orden de Colombi. El operativo en el cual fueron detenidos Teran y Aquíno coinciden con el foco de la investigación del juez Alurralde. Tanto el procedimiento que Colombi obstaculizó en Goya, como el mega operativo que se llevó a cabo en Itatí y otras localidades de la provincia, demostraron la connivencia del poder político con las organizaciones narcosque durante años operaron en territorio correntino. El mandatario está cerrando un ciclo de 16 años en el poder en el cual, no se tomaron medidas para combatir a estas organizaciones narcos, que enviaban marihuana a través de corrientes, convertida en una gigantesca zona liberada. Un narcoconducto que conectaba las costas paraguayas, con el conurbano bonaerense y Rosario.
Intendente de Itatí detenido
Eran 3 las bandas que operaban de forma coordinada con la fuerza de seguridad y los funcionarios. Trasladaban marihuana de «Ita cora» departamento de Paraguay hacia Costas correntinas, separadas por 2500 metros. Se trasladaba 10.000 toneladas de esa droga, y llegaba al mercado argentino en un minuto, con una parte que se derivaba Chile. Se movía por semana aproximadamente $1.500.000 dólares. La cadena de valor sube a medida que se aleja de la frontera; en Itatí el kilo cuesta unos $1500, en Corrientes $3000, y en Buenos Aires hasta $9000 según estimaciones nacionales. El rector de la Basílica de Itatí Omar Cadenini calificó la actividad del narcotráfico como un «cáncer», una década atrás el negocio eran los cigarrillos, pero la actividad mutó, como todo cáncer se extendió y de manejar pequeñas cantidades de droga se pasó a controlar un monstruo. Estas bandas de narcos captaban adolescentes a los que le pagaban entre 200 y 300 por día para que hagan de vigilantes, y ante el ingreso de vehículos y personas desconocidas en el pueblo, se encargaban de dar el aviso. Este sistema de mensajes, se conoce como el «Chajá» por el pájaro del Norte argentino.
El gobierno de Mauricio Macri y el conjunto de las clases dominantes profundizan la exclusión, explotación de la juventud y al mismo tiempo fomentan la “vida fácil”, el individualismo, y la cultura del reviente. El número de jóvenes que consumen crece de una manera despiadada. Queda evidenciado que la causa principal y fundamental es el Estado y su falta de políticas reales para detener esta situación. Es el Estadoy sus instituciones, la policía, la gendarmería, el poder judicial y el político en lo más altos cargos, desde donde se promueve, se trafica y se hacen los más grandes negociados con la droga.
Mientras el gobierno nacional captura a narcos -y no está mal- no garantiza medidas de protección a la juventud en este contexto de desempleo y falta de acceso a la educación, muchas veces hace que encuentre como salida participar de esta red de narcotráfico y / o el consumo. Esto debe ser acompañado de políticas públicas, evitando el atropello de las fuerzas que traslada el rostro del enemigo a esos pibes pobres, qué es lo que implanta el gobierno, los medios y las clases dominantes, y que van formando parte de la construcción social.
La respuesta de arriba hacia abajo es el capitalismo, es la droga que mella la vida de los pibes y sobre todo es su base, su herramienta para el control social, que intenta anestesiar la rebeldía, la capacidad crítica como jóvenes de cuestionar la realidad y ser protagonistas de su transformación.
Por eso desde el movimiento ningún pibe menos por la droga decimos: ¡No a la droga!¡Cárcel a los narcos, no a los pibes! Políticas públicas que garantizan el acceso a la educación, el deporte, la cultura y el trabajo para la juventud. Aumento del presupuesto para SEDRONAR para generar programas preventivos, sociales y centros de rehabilitación para los afectados de forma gratuita.