Se va el mes en el que nos olvidamos las penas, nos despojamos de los prejuicios, nos ponemos brillo y lentejuelas, agarramos la espuma y ganamos las calles de nuestras ciudades. El carnaval tiene diferentes expresiones en cada rincón del país y algo te contamos en esta nota.
Jujuy: celebrando a la madre tierra
Desde hace muchos años y como parte de la cultura ancestral, en Jujuy como en toda Latinoamérica, se celebra el carnaval en el mes de febrero, una conmemoración a la madre tierra. Este es el momento en que la gente deja de lado sus penas para divertirse, se entremezclan sentimientos de fe religiosa con las creencias, ritos y bailes.
El carnaval es el gran atractivo que tiene la provincia de Jujuy. En la zona de la quebrada desde el mes de enero se realizan los encuentros de copleros, las señaladas y las marcadas. Por otro lado en las yungas y el Valle se van preparando las comparsas, centenares de jóvenes se organizan, practican coreografías de baile saya, tinku, morenada entre otros ritmos y confeccionan sus trajes que posteriormente exhibirán en los corsos de sus respectivos pueblos.
En el mes de febrero luego del jueves de compadres y jueves de comadres se realiza el desentierro del carnaval y la chaya de los mojones. Durante 3 días la gente vive una verdadera fiesta popular, intercultural y muy heterogénea. Se realizan los topamientos de copleros, erquencheros y contra punteadas. Los lugareños invitan y abren las puertas de sus casas a las comparsa para compartir bebidas como la chicha de maíz, maní y la zaratoga. Otros protagonistas de la fiesta son los vendedores ambulantes con la venta callejera de nieve, papel picado, albahaca, talco y comida lo que garantiza que todo sea una verdadera fiesta.
Este año el gobierno quiere apropiarse de nuestra fiesta popular en beneficio de sus propios negocios, mediante el cobro de impuestos a las comparsas, el alto costo de los permisos de espectáculo en la vía pública, la persecución a la venta ambulante y toda una política que ya viene desplegando en contra de la libre expresión cultural. El carnaval es una fiesta del pueblo y como tal la debemos defender.
Murga porteña: el ritmo de los barrios
Llega el primer fin de semana de febrero y en las callecitas de Buenos Aires nadie puede negar cuál es ese “qué se yo” que desvela. A lo lejos se ve una calle cortada. En el cielo, los banderines flamean gracias a los vientos de la parrilla humeante que promete una noche única. Se escuchan las primeras explosiones de risas detonadas por el pomito de espuma de algún ansioso. Mientras el bombo y el platillo marcan el compás a las decenas de zapatillas de lona generando el eco que retumba en las paredes de los edificios y que da inicio, de esta manera, al esperado Carnaval. Charlamos con La Flaca integrante de la murga Zarabanda Arrabalera, una de las 100 murgas que hacen estallar los barrios porteños:
¿Qué es la murga porteña?
La murga es familia, alegría, amigos. Nos juntamos en la plaza de Parque Patricios, dos veces por semana a ensayar, trabajamos mucho durante el año para dar un buen espectáculo. Las canciones, la percusión y el baile se modifican todos los años. Por eso tenemos encargados en las distintas áreas y luego hacemos asamblea para tomar las decisiones en conjunto y hacer los balances para mejorar año tras año. Todo es hecho a pulmón: la fantasía, los trajes, los apliques.
¿Qué características tiene la murga?
Por un lado la percusión: el bombo y platillo es el ritmo tradicional, a este estilo se le llama “Centro Murga”. Nosotros tenemos guitarra, violín, y somos categoría “Agrupación Murga” y ahora hay una categoría nueva, creo que se llama Humorística o algo así… Por otro lado está la vestimenta: se usa pantalón, levita, guantes, galera. Esa era la ropa que usaban los negros esclavos, de ahí viene la murga, se vestían como sus “señores” y a la luz del fogón como un gran escenario actuaban a ser ellos y reírse de sí mismos.
¿Qué se necesita para ser murguero?
Ganas, ja ja (risas) en la murga uno hace amigos, tiene un lugar donde pasarla bien en familia, mateando en la plaza. Cualquiera que quiera pasarla bien, no se necesita más que eso.
Por último, ¿qué es la canción de crítica?
Ahí es donde expresamos nuestra mirada sobre la política, la actualidad, lo que pasa en el barrio, en las calles, en la sociedad. Cantamos con cierto tono burlón, para reírnos un poco de todo lo malo que pasa.
Rosario: un carnaval contra la droga
Todos los años, el Centro Cultural La Revuelta de Rosario organiza el carnaval en el barrio. Este años decidieron ponerle la consigna #NiUnPibeMenosPorLaDroga. Hablamos con Juani sobre esta iniciativa.
¿Qué los motiva a poner esa consigna?
Principalmente porque estamos a favor de la causa, el año pasado hicimos un festival en La Revu y a partir de esa experiencia quisimos agrandarlo llevándolo a un carnaval. Como movimiento cultural vemos que la droga es un flagelo para los pibes y la juventud en general, pero también vemos que la cultura es una herramienta para luchar contra la droga y que se le debe ofrecer a los pibes desde todos los espacios posibles.
¿De que manera aporta esto a la pelea por el autosostenimiento?
Desde varios aspectos, primero es lo ideológico y como te paras como movimiento cultural ante la gente, como hacer que la gente se referencie en vos y que encuentre en La Revu ese espacio cultural que no existe en otros lados. Es la independencia económica del centro cultural lo que nos lleva a hacer varias actividades para poder mantenernos, desde los talleres que se dictan durante el año hasta las actividades como este carnaval. Tratamos que siempre la cuestión de la plata vaya de la mano de la discusión política, el por qué hacemos las cosas.