Al cierre de esta edición de “Chispa”, las mujeres nos preparábamos para conmemorar como cada año el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Pero este 8 de marzo va a ser distinto, las mujeres vamos a realizar un paro nacional, el segundo en Argentina, y el primero a nivel internacional.
El 2016 fue un año en que las mujeres dimos pasos importantes en la lucha contra nuestra doble opresión, esa que sufrimos por el sólo hecho de pertenecer al género femenino, y por nuestra pertenencia de clase. Aunque se agravaron todos nuestros problemas de la mano de la política de ajuste que viene profundizando el gobierno de Macri, nosotras no abandonamos las calles y nos hicimos escuchar.
El 3 de junio volvimos a ser miles las que dijimos “Ni Una Menos, basta de Femicidios”, en octubre protagonizamos el 31 Encuentro Nacional de Mujeres en Rosario con más de 70 mil mujeres, y pocos días después, el 19 hicimos el Primer Paro de Mujeres en nuestro país luego del brutal femicidio de Lucia en Mar del Plata. Fue un hecho histórico y este 8 de marzo nos proponemos escribir otra gloriosa página en nuestra lucha.
Pero… ¿Por qué paramos las mujeres?
- Porque mientras el desempleo en Argentina es del 9,3%, para las mujeres crece hasta el 10,5. Para las menores de 30, esa cifra se duplica.
- Porque hacemos el 76% del trabajo doméstico no remunerado. Muchas de nosotras seguimos cumpliendo una doble jornada laboral: en la casa en el cumplimiento de las tareas del hogar, y en nuestro lugares de trabajo.
- Porque seguimos cobrando menos que los varones por las mismas tareas.
- Porque una de nosotras es asesinada cada 30 horas a causa de la violencia de género. Por eso reclamamos la Emergencia Nacional en Violencia contra las Mujeres
- Porque seguimos abortando en la clandestinidad, y las que mueren son las pobres.
- Porque crecen las mafias de la trata y el narcotráfico que nos desaparecen y se roban nuestras vidas.
- Porque somos parte de este pueblo que viene sufriendo el ajuste y enfrentándolo en las calles
¿A quién le hacemos el paro?
El paro no es sólo una forma de visibilizar las violencias cotidianas que sufrimos. Hacemos el paro para que se sienta con fuerza y se reconozca el lugar que ocupamos en la producción. Este es un paro para que el Gobierno de Macri escuche nuestros reclamos y responda. Y sobre todo, es un paro que va a seguir fortaleciendo y potenciando al movimiento de mujeres de la Argentina que no para de crecer. Para que nos sigamos uniendo al conjunto de los sectores populares para dar vuelta esta realidad.