Una joven estuvo dos años presa en Tucumán por un aborto espontáneo y en la sociedad se volvió a abrir el debate. Mientras el aborto siga siendo ilegal, seguirán muriendo las mujeres pobres. Y las que no, seguirán siendo criminalizadas. La interrupción voluntaria del embarazo, es todavía hoy la deuda de la democracia con las mujeres.

MDQ- 30 encuentro Nac Mujeres ENM2015 - HR 11_41Belén estuvo dos años presa, hace apenas pocas semanas que recuperó la libertad. Sus últimos días antes de ser encarcelada, parecen una pesadilla. La madrugada del 21 de marzo de 2015 llegó al hospital de Clínicas Avellaneda de la ciudad de San Miguel de Tucumán con fuertes dolores abdominales. El médico que la atendió determinó que estaba teniendo un “aborto espontáneo, incompleto y sin complicaciones”. Ella no sabía que estaba embarazada, así se lo dijo al equipo de salud que la atendió, a los efectivos policiales que la interrogaron minutos después de que le hicieran el legrado, al fiscal que la mandó a la cárcel y al tribunal que finalmente la condenó a 8 años de prisión por homicidio agravado por el vínculo. Hoy tiene 27 años.

El caso de Belén reavivó múltiples debates, entre ellos la asimetría de poder que se da en la relación médico-paciente y que en el caso de las mujeres de sectores populares se profundiza. Pero sobre todo dejó en evidencia que la ilegalidad de la interrupción voluntaria del embarazo sigue llevando a la muerte o a la criminalización a las mujeres pobres. Luego de una profunda lucha del movimiento de mujeres que recorrió todo el país, Belén fue liberada por la Corte Suprema de Tucumán…aún queda otra pelea, que se anule su condena para que realmente pueda retomar su vida.

La historia de Belén volvió a poner en la escena política la necesidad de que el aborto sea legal, seguro y gratuito. Ella tuvo un aborto espontáneo, pero si aún no recayera el peso de la criminalización sobre las mujeres que deciden abortar, seguramente su historia habría sido otra.

UNA NUEVA ETAPA

En el año 2015 la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto legal Seguro y Gratuito cumplió diez años. Fueron diez años en los que se presentó cinco veces el Proyecto de legalización de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), pero sin éxito. Pese a que sectores del kirchnerismo por entonces gobernante se manifestaron a favor, lo que generó expectativas en un sector del movimiento de mujeres, lo cierto es que la negativa de la ex presidenta Cristina Kirchner impidió que se pudiera avanzar. Pese a que el Frente para la Victoria tuvo mayoría parlamentaria, nunca tuvo la voluntad política real de legalizar el aborto.

Hoy nos encontramos ante una nueva etapa. Macri coincide con Cristina en su posición contraria al aborto, afirma que “defiende la vida desde la concepción”. Pero esa afirmación es mentirosa: quienes nos manifestamos por el aborto legal, ante todo defendemos la vida, porque las que mueren son las mujeres pobres. Otras pueden acceder a un aborto en condiciones de salubridad pero pagando sumas cada vez más elevadas. Todas nos movemos en la clandestinidad. Todas las muertes derivadas de los abortos clandestinos son muertes evitables.

Este año, el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) se presentó por sexta vez consecutiva en el Congreso de la Nación, cuenta con el apoyo de 34 diputados de la mayoría de los bloques partidarios (FPV, PRO, Libres del Sur, UCR, UNA, FIT, PS, entre otros). Frente a esto, la única salida es redoblar la lucha de calles para lograr que el aborto sea legal en Argentina…lucha qu necesariamente tiene que ir de la mano de tejer un arco de alianzas que permita presionar y cambiar la actual correlación de fuerzas que hay en el Congreso de la Nación.

Y es necesario además volver a poner en el centro la triple consigna de la Campaña Nacional: Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir.


LA TRIPLE CONSIGNA

Desde su creación, la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, tuvo un lema fundamenta: Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, y aborto legal para no morir. Es fundamental volver a poner sobre la mesa esta triple consigna que permite abordar la discusión de manera íntegra.

  • Educación sexual para que todas las mujeres y varones puedan acceder al conocimiento de los métodos anticonceptivos, poder contar con todas la herramientas que te permitan tener una relación sexual en condiciones seguras, que tiene que ver con un ejercicio de la libertad. Aunque tenemos una ley de educación sexual integral, la misma no llega a todas las escuelas. Inclusive en muchas provincias -que todavía tienen educación religiosa en las escuelas públicas- frenan la implementación de la educación sexual.
  • Anticonceptivos para no abortar, porque el aborto es algo no buscado, es el último recurso, y por lo tanto la anticoncepción tiene que estar al alcance de todas y de todos en los centros de salud, en los hospitales, y esto es algo que está pendiente. Por un lado, tener las herramientas para conocer cuáles son las formas de impedir un embarazo no deseado, y por otro lado, que la anticoncepción sea algo accesible y se conozcan cuáles son los tipos por los que se puede optar.
  • Aborto legal para no morir en defensa de la vida de las mujeres. Muchas veces cuando discutimos el aborto, los sectores que se oponen dicen que son los sectores “pro-vida”, porque ponen el problema solo en el feto, decimos que las “pro-vida” somos nosotras porque peleamos por el derecho al aborto legal seguro y gratuito, porque defendemos la vida de las mujeres.

 

Alrededor de 500.000 mujeres interrumpen embarazos no deseados cada año en Argentina. La penalidad no impide la práctica pero nos lleva a la clandestinidad, arrojando a la muerte a las mujeres más pobres.

“En América Latina, una región con leyes de aborto muy restrictivas, uno de cada tres embarazos (32%) terminaron en aborto entre 2010 y 2.014. Es la tasa más alta de todas las regiones” (OMS)

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